Sería, además, un calendario de elecciones parciales del Poder Popular, de perfeccionamiento de sus órganos locales, y de balance del Partido Comunista de Cuba desde sus núcleos hasta los Comités Provinciales previo al Séptimo Congreso. Transcurridos esos doce meses, el 2016 demandará similares esfuerzos y compromisos.

A pesar de que el Producto Interno Bruto se incrementó en un 4 %, crecieron todos los sectores productivos y el país cumple los compromisos del reordenamiento de las deudas con acreedores extranjeros, en el panorama económico de este año se proyecta un crecimiento menor y la necesidad de nuevas transformaciones y limitaciones por el decrecimiento de los precios de algunos rubros exportables y las afectaciones en las relaciones de cooperación mutuamente ventajosas con varias naciones.

Como explicó el General de Ejército y presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Raúl Castro, en la reciente sesión ordinaria de la Asamblea Nacional, ello conllevará a hacer más eficientes las actividades productivas y de inversiones, potenciar el ahorro como principal fuente de recursos y dirigir los mayores financiamientos a los sectores que generan ingresos.

En el escenario internacional continúan múltiples conflictos armados y se intensifica la ofensiva imperialista contra los procesos progresistas en Latinoamérica, por lo que resultará vital la determinación de los pueblos y la defensa de la unidad regional.

Tras la apertura de las embajadas cubana y norteamericana en Washington y La Habana, y la adopción de decenas de medidas bilaterales, el Gobierno de Estados Unidos no desiste en su empeño por desestabilizar nuestro sistema político y promover cambios acordes con sus intereses en nuestra sociedad.

Mientras Cuba ha reiterado que el levantamiento del bloqueo y la devolución del territorio que ilegalmente en Guantánamo ocupa la base naval son indispensables para la normalización de las relaciones entre ambas naciones, el presidente Barack Obama sigue sin hacer uso de sus facultades ejecutivas para avanzar en ese sentido, y su Gobierno mantiene la Ley de Ajuste Cubano y el programa de Parole para médicos del archipiélago, entre otros estímulos a la emigración irregular.

Ante estas perspectivas, como señaló el Primer Secretario del Comité Central del Partido este 29 de diciembre, “no cabe, como siempre nos ha enseñado Fidel, el más mínimo derrotismo (…). La historia de nuestra Revolución está llena de páginas gloriosas frente a las dificultades, riesgos y amenazas”.

¿Cuáles son las razones para el optimismo? Cuba tiene el reconocimiento y el respeto del mundo, ganado por su vocación solidaria. Ese espíritu de cooperación y de resistencia fue reconocido también por el Papa Francisco en la histórica tercera visita de un Sumo Pontífice a nuestra nación, el pasado septiembre, cuando pudo conocer de cerca la realidad cubana y se agenció la admiración y afecto de creyentes y no creyentes por su carisma y sus pronunciamientos a favor de la paz, la equidad, la familia. Contamos, además, con la certeza de que a pesar de los avatares económicos, los servicios esenciales siguen garantizados para todos los cubanos.

En Camagüey, en el 2015 se realizaron importantes inversiones en la agricultura, la industria azucarera, la rama energética, el turismo, las instalaciones para el incremento de los servicios; y cifras millonarias fueron destinadas a la construcción, reparaciones y adquisición de equipamientos en Educación, Salud, Cultura y otros vinculados con la calidad de vida de la población. Para el 2016 se prevén más de 50 millones de pesos en inversiones y más de 80 millones en mantenimientos.

Y aunque todavía pueden alcanzarse mejores resultados si resolvemos deficiencias en el actuar de mujeres y hombres, el crecimiento en algunas producciones y la concreción de importantes proyectos, fruto de la integración de diversos organismos, nos demuestran cuánto somos capaces de hacer.

Los camagüeyanos vivimos el privilegio de abrazar en nuestras calles a Gerardo y Antonio, quienes retribuyeron la solidaridad en la lucha por su regreso con el reconocimiento a la heroicidad cotidiana de la gente.

La coincidencia del Séptimo Congreso del Partido Comunista de Cuba con el aniversario 55 de la declaración del carácter socialista de la Revolución reafirmará nuestra decisión de seguir venciendo obstáculos en pos de la soberanía y del porvenir.

La razón más importante para encarar con optimismo el 2016 es la confianza en nosotros mismos, en nuestra voluntad de seguir construyendo el socialismo. Como nos dijera Raúl el 26 de julio del 2007 en Camagüey: “Sin ellos, sin el trabajo, el estudio y el sacrificio cotidianos de tantos hombres, mujeres y niños, el clarín de la caballería agramontina no resonaría hoy nuevamente en estas grandes llanuras”; ese clarín sigue convocándonos y nosotros cargamos a degüello por un socialismo próspero y sostenible.

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