CAMAGÜEY.- Como ya es costumbre en el mes de noviembre se celebra en Cuba la jornada nacional de seguridad y salud del trabajo. La eficiencia y la productividad de las empresas y entidades no son tales indicadores si se descuida velar por las vidas humanas. Porque es un derecho de los individuos disfrutar de un ambiente de trabajo saludable y un deber, respetar las medidas de protección.

En Camagüey los debates sobre el tema giran en torno a las proyecciones para continuar mejorando las condiciones de las prácticas cotidianas, así como a la prevención de incidentes, máxima en los centros laborales.

Además de las evaluaciones del hacer de los colectivos en cuanto a la conservación de la integridad física y la disminución de la accidentalidad, la jornada impulsa las necesarias actualizaciones y reconocimientos, como los que han merecido conductores con amplia experiencia profesional y sin percances en la vía.

Aunque la preservación del capital humano es un empeño de todos los sindicatos la provincia registra hasta esta fecha del calendario cuatro sucesos fatales y 132 lesionados. Por tanto, estos días son también la plataforma ideal para reflexionar sobre la importancia de elevar la cultura de la salud en el trabajo.

En ocasiones los infortunios ocurren por negligencias personales y falta de control administrativo en cuanto al uso de los medios de resguardo porque casi siempre éstos están; pero también, con frecuencia, la carencia y calidad de los implementos y la deficiente planificación para su compra genera inquietudes e insatisfacciones.

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