Con un alto índice de infestación del vector, en el territorio se dedican cuantiosos recursos para la fumigación y el control focal, pero indisciplinas de los operarios y de la población dan al traste con esa intención.

Según explicó a la AIN Juan Llambías, director de la Unidad Provincial de Vigilancia y Lucha Antivectorial en Camagüey, la cifra de gastos corresponde a salario del personal, combustibles, plaguicidas, abate y otros insumos, pero contradictoriamente se mantiene la presencia de focos de ese vector.

El principal problema está en que la conducta social con respecto al Aedes aegypti no se corresponde con el conocimiento que posee la población sobre su control, señaló el especialista.

Mucho se avanzaría si se eliminaran las condiciones para la reproducción del vector, pues es la fase acuática del insecto la menos costosa de enfrentar con un adecuado autofocal para reducir o proteger los repositorios en las viviendas y sus alrededores, precisó.

Para ello, tanto los moradores como los trabajadores del sector de salud y personal movilizado de otros organismos, deben respetar las acciones que se ejecutan para erradicar la presencia del Aedes aegypti, intensificada en este último mes por las precipitaciones en el territorio.

La fumigación cada siete días y el control focal una vez al mes, así como también la incorporación de operarios contra los vectores al equipo de salud del consultorio del médico de la familia en la comunidad, son algunas de las acciones que se ejecutan en Camagüey ante la actual situación epidemiológica.

Igualmente se demanda mayor percepción de riesgo por los ciudadanos, pues sin su participación cualquier estrategia será ineficiente y permanecerá el peligro de convivir con el agente transmisor del dengue y otras enfermedades.

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