En el caso de las 83 secundarias básicas del territorio, solo siete aún no cuentan con sus módulos, los cuales tienen un costo superior a los 10 mil dólares, proceden de China, y portan el instrumental necesario para el desarrollo de los ejercicios prácticos y experimentos de las asignaturas de química, física y biología.

Por su parte, de los 26 preuniversitarios falta el Inés Luaces, escuela hoy sometida a una reparación capital compleja, debido a sus características y valores arquitectónicos, propios de los inmuebles situados en el área más antigua de esta urbe, declarada en 2008 Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Elizabeth Sosa del Valle, jefa del departamento de Secundaria Básica de la Dirección Provincial de Educación, comentó que, a partir de la paulatina recuperación económica que vive el país, constituyó una prioridad la recuperación de estas aulas especializadas.

Señaló que ante las quejas de la enseñanza superior, respecto a la baja preparación de los estudiantes en esas materias, reflejada fundamentalmente en aquellos que optaban por carreras de ingeniería, se decidió rescatar los laboratorios en los niveles medio y medio superior.

Resaltan entre los utensilios de estos módulos las sustancias reactivas y la cristalería para los experimentos químicos, cables y equipos energéticos para física, y maquetas humanas para el área de biología, cuyo montaje implicó el reordenamiento de locales en algunas unidades docentes y su total construcción en otras.

Los más 450 preuniversitarios de Cuba ya tienen comprados sus laboratorios de física, química y biología, estos por un valor superior a los 23 mil dólares cada uno, y se prevé culminar con las secundarias básicas antes que finalice el presente año. 

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