Desde el inicio, el territorio sobresalió por la alta demanda con respecto a otras capitales provinciales del país donde se abrieron las ventas, como las de Matanzas, Holguín, Artemisa y Mayabeque, pero ya ese ritmo se ha estabilizado, refirió Niurka González, directora de la citada entidad.

Solamente en el primer mes se hicieron 20 mil contratos, pues existía incertidumbre en la población con respecto a la garantía del servicio y eran interminables las colas para acceder a él, sin embargo no ha faltado hasta el momento ninguno de los insumos, precisó la directiva.

Actualmente se inscriben 70 nuevos clientes por día, y existe disponibilidad tanto del combustible como de reguladores, presillas, mangueras y cilindros, de los cuales, además, se realizó una importación reciente para fortalecer su disponibilidad, aseguró Niurka.

Por otra parte, alentó a aquellas personas que formalizaron el contrato pero aún no han materializado la compra, a adquirir los insumos, pues aunque el documento no estipula un plazo límite para ello, son recursos que permanecen paralizados.

La dinámica de la venta permite que en los puntos se atiendan a 100 o 120 clientes diariamente, en dependencia de la densidad poblacional de cada uno, y ya la empresa realizó un estudio para solicitar a las autoridades la ampliación de estos.

Hasta el cierre de agosto, se recaudaron por la venta de gas licuado 38,9 millones de pesos, lo cual permite que en la entidad, donde está implementada la Resolución 17 para el pago a los trabajadores según los resultados, el salario promedio sobrepase los mil pesos.

Antes de la apertura al libre expendio de ese combustible para la cocción de alimentos, en Camagüey solo se beneficiaban de él unos 27 mil clientes normados.

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