La fumigación dentro de las viviendas y en espacios públicos en ciclos de seis días, la educación para la salud desde los medios de prensa y audiencias sanitarias en comunidades, centros de trabajo y escuelas, y el saneamiento ambiental, conforman la estrategia para reducir la focalidad en este mes de septiembre.

Según señaló en un encuentro con la prensa Fernando González Isla, director de Salud Pública en la provincia, esta es una de las más comprometidas en Cuba por la presencia del mosquito.

Cada año, la llegada del verano y las altas temperaturas suponen el aumento a niveles muy por encima de lo permisible de la presencia de ese insecto, que es de 0,05 focos detectados por cada 100 viviendas inspeccionadas, y en este mes está por los 0,65 en toda la provincia, y en 0,92 en el municipio de Camagüey.

Con ello, aumenta el riesgo de la transmisibilidad del dengue, enfermedad cuyo agente transmisor es la hembra del Aedes aegypti, que se reproduce fundamentalmente en repositorios de agua limpia, motivo por el cual se recaba una mayor vigilancia de los ciudadanos sobre sus depósitos del líquido.

El doctor González precisó que la mayor cantidad de focos se detectan precisamente en tanques sin tapa o mal tapados en el sector residencial, entre 40 mil y 50 mil según la pesquisa realizada por operarios de la campaña antivectorial.

Por otra parte, reconoció que entre las quejas de las personas está el mal trabajo que en ocasiones desempeñan esos operarios y dan al traste con los objetivos de la campaña, por tanto la capacitación y recomposición de esa fuerza laboral es uno de los puntos a fortalecer.

La necesidad de coordinar las acciones entre la salud pública y otros sectores sociales, para lograr una participación comunitaria real y sostenible, es una demanda fundamental en el control de ese vector realizada por la Organización Panamericana de la Salud, pues sus riesgos son palpables en toda el área de las Américas. 

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