Según la fuente son muchos los trabajos realizados por los integrantes del movimiento de innovadores y racionalizadores del centro, pero citó tres como los más sobresalientes: la recuperación de una cuña de un camión Internacional, convertido en grúa de auxilio, de un cargador lateral de izaje de contenedores y la aplicación de un sistema de dirección automatizado para el control de los medios de transporte en una base, difundido en otros puntos del país.

Néstor Gallo Miranda, graduado hace veintiocho años de técnico de nivel medio de equipos tractivos en el Instituto Politécnico Ferroviario Cándido González, se empeñó en transformar la cuña en un vehículo por el déficit de equipos especializados como ese para auxiliar los camiones rotos en la carretera y los medios de izaje de Camagüey y Ciego de Ávila y de otras empresas que soliciten ese servicio, mediante contratos.

Gallo es un hombre de mucha imaginación. Cuando menos el colectivo lo pensaba estaba lista la mole de acero, elaborada con hierro y planchas recuperadas, y en funcionamiento hace cerca de cuatro años, obviamente, sin el gasto de alquiler a otra entidad o tener que sacar de circulación de un medio activo de transportación para trasladar al personal de mecánica hacia el lugar de las roturas.

La recuperación del cargador lateral de izaje –de ellos son hay tres en Cuba—la asumió Pedro Pereda. Le devolvió la vida útil, después de estar prácticamente dado de baja.

Hace nueve años un equipo original costaba en el mercado internacional 100 000 dólares. Añádele otra ventaja al interesante proyecto, de que evita el exceso de estadía de los contenedores.

Transcontenedores Camagüey, Vanguardia del Sindicato de Trabajadores del Transporte, muestra un coeficiente de los equipos de un 70% -pese a que el grueso de los medios son Internacional, Freigheliner e Iveco de muchos años de explotación—y el mejor índice de consumo de combustible de la Empresa Nacional con un promedio de 2,25 kilómetros por litro.

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