La República Bolivariana de Venezuela, Brasil y Angola, en ese orden, son los países más favorecidos con la labor de los camagüeyanos, quienes hacen realidad el sueño de atender a las personas más necesitadas y excluidas.

Solo en Venezuela laboran 2 063 cooperantes, y lo hacen en la llamada misión Barrio Adentro y la Operación Milagro, como especie de los frutos que da la cosecha de la solidaridad entre los pueblos cubano y de ese hermano país, con mayor presencia en los estados de Apure, Aragua, Guárico, Carabobo, Zulia y Miranda.

La patria de Bolívar acoge a licenciados en Tecnologías de la Salud, especialistas en Terapia y Rehabilitación, médicos generales integrales, laboratoristas, enfermeros intensivistas y técnicos del Sistema Ultra Microanalítico, una tecnología que puede utilizar en la detección del Vih/SIDA, la Hepatitis B y C, entre otras investigaciones.

Los cubanos apreciamos este tipo de prestación en Salud como algo muy natural; sin embargo, no pocos en el mundo se asombran de su altruismo, porque este es un país donde no se le pide dinero al paciente ni se le pregunta su procedencia social, credos ni raza.

Se registra el 23 de mayo de 1963 como la salida de Cuba del primer grupo de profesionales de Salud hacia Argelia, para dar inicio a la misión médica cubana en la historia de la Revolución; sin embargo, este pequeño país realiza la primera ayuda médica en el año 1960 al enviar a Chile una brigada médica para atender a los damnificados de un terremoto.

Quiere decir que desde hace 55 años el archipiélago cubano ha prestado sus servicios a los más necesitados de África, América Latina y Asia, y desde entonces, los camagüeyanos han dado su disposición, incluso, en esa mayor expresión de solidaridad de finales de 1998 tras el azote del huracán Mitch a diferentes países centroamericanos, como sucedió en Honduras y Guatemala, además de en el enfrentamiento a la fiebre hemorrágica del virus del Ébola en África Occidental.

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