Marcia Brito, directora de la institución, explicó que el centro conserva una importante colección documental en la cual se incluyen 55 libros que recogen las fórmulas que se elaboraban diariamente en la botica, y también entre los datos se encuentran los nombres de los médicos que las prescribían.

Según Brito, honra a los trabajadores del museo conservar volúmenes cuyos contenidos constituyen prueba de los vínculos del camagüeyano con la ciudad de Matanzas, y agregó que la información ya está digitalizada, cual garantía de la conservación de los datos.

Además de orientaciones del descubridor del vector biológico de la fiebre amarilla, en los libros copiadores de la farmacia se incluyen recetas de prestigiosos doctores en el territorio, entre ellos Domingo L. Madan, y los pertenecientes a la familia Font, de arraigada tradición médica en Matanzas.

La presencia del galeno en la ciudad, fundada en 1693, se referencia en el libro Médicos y Medicina en Cuba, de Emilio Roig, que se conserva en el Centro de Información del Museo Palacio de Junco, y donde se afirma:

“Según el mismo confesó a su biógrafo Guiteras, se vio arrastrado por el espíritu de aventuras que domina en la familia de los Finlay, y así lo vemos probar fortuna en Lima, en La Habana, en París, en Matanzas y en Nueva York, dedicándose en todas esas poblaciones al ejercicio de la medicina en general, y especializándose en oftalmología.”

Carlos J. Finlay y Barrés legó al mundo el postulado de prevenir la fiebre amarilla mediante la eliminación del mosquito Aedes aegypti cual agente trasmisor, y merece magno reconocimiento por sus aportes a las ciencias médicas.

{flike} {plusone} {ttweet}