Muy golpeada en los últimos años por prolongadas y severas sequías, la rama pecuaria del territorio ya cuenta con 100 pequeños embalses rehabilitados, comúnmente llamados "minipresas", y que en la actual estación lluviosa almacenan el líquido, informó la versión digital de Radio Cadena Agramonte.

El propósito es reactivar más de dos mil de esas obras que represan corrientes de agua del escurrimiento natural, hechas en los años 80 del pasado siglo, como parte de un planeamiento de desarrollo ganadero en la provincia, la principal de Cuba en la producción de leche y de carne vacunas.

Por esa vía la ganadería llegó a satisfacer alrededor de la mitad de la demanda del líquido que beben los rebaños, pero las limitaciones en recursos para el mantenimiento de estas construcciones y el abandono en la etapa más álgida del período especial de la economía cubana las inutilizaron.

El esfuerzo mayor se realiza en instalaciones localizadas al este y sureste de Camagüey, donde se concentra el mayor número de reses en ceba u ordeño, y por tanto superior el daño a la ganadería por la sequía.

Las estaciones húmedas de los últimos años de insuficiente intensidad de precipitaciones llevan a crear situaciones particularmente difíciles en la explotación pecuaria.

Tal condición provoca la ausencia de agua en los potreros, por la falta de “minipresas” o del colapso de fuentes subterráneas y obliga a llevarle el líquido a decenas de miles de vacunos hasta los abrevaderos en cisternas.

Cuando Camagüey va saliendo de un período seco severo, las lluvias no tienen un comportamiento normal.
El Centro Meteorológico local señaló en un reciente pronóstico para el trimestre mayo-julio las probabilidades de que se presenten registros de lluvia insuficientes.

Llamó la atención acerca de que la esfera donde una escasez relativa de precipitaciones podría incidir más es la recuperación de los reservorios pequeños o de uso intenso.   

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