Liseth García Malpica, la alegre facturadora que por tres años ha dirigido la organización juvenil en esa industria, fue la seleccionada porque, al decir de Augusto Sarduy García, uno de los muchachos de la línea de producción, “es buena trabajadora, se relaciona con todos, se acerca a conocer nuestras preocupaciones aunque no somos miembros de la UJC, conoce los problemas que afrontamos, sabe comunicarse. ¡Aptitudes tiene para representarnos!”.

Con modestia ella agradece la confianza de sus compañeros: “Para que algo funcione tiene que haber un líder, pero tienen que acompañarlo personas comprometidas que lo sigan en lo que haya que hacer, pues solo no es nada, y ese también es mi orgullo, porque como yo fueron a boleta otros tres militantes con las condiciones para participar en el evento nacional”.

Sobre los principales retos de su centro destacó la terminación del laboratorio para elevar la calidad de los productos e insertarlos en el mercado en divisas, y así aportar mayores dividendos a la economía del país, y subrayó el funcionamiento de las Brigadas Técnicas Juveniles: “Ahora mismo tenemos la caldera rota y fue con la innovación de Yurisander Santana que se solucionará el problema, él también estuvo entre las propuesta. Aquí el aporte de los jóvenes es fundamental, somos la mayoría y sin dudas estamos a cargo del futuro de la Revolución y la fábrica”.

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