El azote de la sequía en toda la región durante el primer tercio del año en curso resulta la causa fundamental de semejante déficit en la provincia, responsable de la cuarta parte de la producción de leche vacuna en Cuba.

“Hay más de 58 500 vacas en ordeño, con un promedio de 2,8 litros por cada res; es una cifra baja, pero la desfavorable situación del abasto de agua no puede generar un resultado diferente”, dijo Reinaldo Martínez González, especialista de ganadería de la delegación provincial del Ministerio de la Agricultura.

“Tenemos 1 312 pozos y 1 579 tranques, presas y micropresas agotados, además de 527 fuentes de agua inactivas, lo que obliga al suministro mediante pipas a más de 121 000 cabezas de ganado, siendo el municipio cabecera, Sibanicú y Nuevitas los territorios con más reses afectadas”, informó Reinaldo Martínez.

La escasez de agua demuestra una vez más la histórica insuficiencia de Camagüey para prepararse antes de que los períodos secos arrasen con alrededor del 20% de masa vacuna cubana, concentrada en esta demarcación centro oriental.

Que el 78% de las reses camagüeyanas esté en manos de campesinos, en su mayoría inexpertos, acogidos al usufructo de tierras, complejiza la situación no solo por los malos manejos, sino por la carencia de recursos con que disponen estos ganaderos.

En lo que va de año, de las empresas decisivas en la provincia solo Florida cumple con sus planes de entrega, y se suman a los cumplidores dos entidades más, la de Sierra de Cubitas y la Agroindustrial de Granos “Ruta Invasora”.
Camagüey, además del autoabastecimiento y surtidos para el mercado en divisas, realiza envíos diarios de leche fluida a las provincias orientales de Holguín y Granma.

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