Unos 7 390 infantes de nueve años y hasta nueve años, 11 meses y 29 días serán beneficiados con una dosis en la fecha señalada, de acuerdo con la información ofrecida por la doctora Alina Tejeda Fuentes, responsable provincial de Inmunización del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología (CPHEM).

Esta segunda etapa coincide con la 12 Semana de Vacunación en Las Américas, ocasión en que en Cuba se facilitan esta y otras inmunizaciones a niños que no las recibieron por estar enfermos o fuera de sus áreas de Salud en el momento que les pertenecía, según el esquema previsto.

No deben ser vacunados los niños que en ese instante presenten fiebre elevada, vómitos, diarreas, sean inmunodeficientes o alérgicos a alguno de los componentes del producto. Tampoco se les suministrará agua, ni alimentos 30 minutos antes o después de ese episodio preventivo, consistente en dos goticas en los habituales vacunatorios o en consultorios del Médico y Enfermera de Familia debidamente seleccionados.
 

La población cubana menor de 68 años está protegida contra tan terrible enfermedad y esta vacuna se utilizó en Cuba por primera vez en 1962. Desde entonces ascienden a unos 83 millones de dosis aplicadas en el país.

Además, no constituyen un problema de salud en la nación cubana, el tétanos, la meningitis por Hemophilus influenzae tipo B y la meningocócica, porque las tasas registradas están por debajo de 0,1 por 100 000 habitantes, mientras los casos de fiebre tifoidea y la hepatitis B disminuyeron su morbilidad de una manera importante y también la mortalidad por estas causas.

Desde 1962 al 2014 han sido erradicados seis padecimientos mediante este comportamiento y otras formas graves de otros. Antes del triunfo revolucionario lograron eliminarse solo dos enfermedades prevenibles: la fiebre amarilla (1908), y la viruela (1923).

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