Rogelio Peña, director de la industria, segunda en capacidad de elaboración después de la de La Habana, informó que en este momento de paralización de la planta se monta un condensador evaporativo, que permitirá incrementar la calidad del alimento.

Junto a esta inversión, Coppelia Camagüey remodela el salón de producción, seccionándolo y sustituyendo pisos y enchapes de paredes, además de cambios de tuberías por donde circulan agua o vapor.

Estos trabajos deben concluir a fines del presente mes y retomar de inmediato la fabricación de helados, que se destina a las cremerías existentes en esta provincia y Ciego de Ávila, al consumo social en hospitales, círculos infantiles y Casas de Abuelos, a la Cadena Palco, en La Habana, y a algunas instalaciones del turismo.

El directivo señaló que en los últimos meses se instalaron compresores para amoníaco, congeladores-fabricadores de helados y ventiladores de una de las neveras. Más adelante se invertirá en poner en funcionamiento uno de estos frigoríficos.

Diseñada para elaborar 10 mil galones diariamente, la industria fue perdiendo capacidad de producción hasta cuatro mil galones por limitaciones tecnológicas, y ahora está enfrascada en retomar un nivel de procesamiento estable de ocho mil galones.

Helados Coppelia garantiza de cinco o seis sabores cada día con un abastecimiento estable de materias primas, muchos de ellos importados, como la leche en polvo y los saborizantes.

En los últimos tiempos la industria láctea de Camagüey, una de las principales de Cuba, ha ido mejorando la mayoría de sus instalaciones con reposición de equipos, reparaciones capitales y ampliación de capacidades.    

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