CAMAGÜEY- A elevar la producción de alimentos y preparar una zafra eficiente instó el viceprimer ministro, Jorge Luis Tapia Fonseca, durante su estancia en la provincia como parte de un programa de intercambio con trabajadores de ambos sectores.

El incremento del precio de la tonelada de harina de trigo y las dificultades que para la importación ha provocado que el país tenga que invertir 20 millones solo para garantizar la canasta básica normada.

Tapia Fonseca aseguró que esta situación solo vino a ser el detonante para comenzar un programa de producción de harina de yuca para la sustitución de un porcentaje de trigo, algo que, en otros países, como Vietnam o Brasil, se aplica de forma regular. “Si aplicamos un 40 % de harina de yuca no es para producir menos, sino para aumentar en ese porcentaje las elaboraciones”, señaló.

Sergio Rodríguez Morales, director del Instituto de Investigación de Plantas Tropicales, de Santo Domingo en Villa Clara, comentó a los más de 150 presentes en Sierra de Cubitas para el intercambio entre productores y trabajadores de la Alimentaria que la yuca es un cultivo muy rústico, “resistente a la sequía, el suelo es un almacén natural, las plagas pueden controlarse con métodos biológicos. Además, puede utilizarse, además de para alimento animal y humano para hacer harina y elaborar galletas, panes, dulces, frituras…

“El campesino cubano siempre ha tenido un pedacito de tierra con este alimento para consumo familiar, pero hasta ahora había sido una deuda la generación de valor agregado en la comercialización. Ahora eso ya no es un problema. Todo lo que se siembre se va a consumir en cualquiera de esos formatos”.

Para ello, acotó el Viceprimer Ministro, hay que garantizar el encadenamiento productivo con los campesinos y la diversificación de producciones en las instituciones estatales. “Tenemos que estar convencidos de que el país que avanza y se desarrolla es aquel que logra satisfacer sus necesidades sin importar”, comentó.

 La zafra camagüeyana 2022-2023, con un plan de poco más de 36 000 toneladas de azúcar, está prevista a empezar el día 8 de diciembre en el ingenio Panamá y el 20 de ese mes en el Carlos Manuel de Céspedes. Hasta este último se llegó el dirigente gubernamental para evaluar las acciones de reparación, en estos momentos al 58 %.

Esta industria presenta el mayor atraso en las tareas de preparación para el inicio de la molienda. En este tema Tapia Fonseca insistió en que el grupo técnico tiene que participar del proceso, evaluarlo y certificarlo antes de que termine, como vía para garantizar la calidad.

Las mayores dificultades han estado en las calderas y el tándem. El visitante conoció el estado de los turbos e insistió en la necesidad de generar electricidad para sostener la instalación y aportar al Sistema Electroenergético Nacional.

“Aquí van a moler solo dos centrales. Hay que garantizar que todos los recursos estén en función de que sea una zafra eficiente, por encima del 80%, con altos rendimientos. Tiene que ser una molienda con calidad para poder cumplir los compromisos contraídos.

“Para ello se requiere de un esfuerzo organizado, con la participación de todos los trabajadores, con una adecuada vinculación del hombre a las áreas y un sistema de pago que estimule las producciones. Solo así lograremos aportar lo que necesita la economía del país para revitalizarla, y desarrollar este sector”.