CAMAGÜEY.- El ecosistema de arrecifes del balneario de Santa Lucía, ubicado al norte de esta ciudad, presenta un estado de salud crítico, a partir del aumento de las poblaciones de macroalgas y la disminución del tejido vivo del coral y de las poblaciones de peces, debido a factores antrópicos y naturales.

Fundamentalmente el calentamiento global provoca el aumento de la temperatura de la masa de agua y trae consigo la migración de las zooxantelas- microalgas que viven en simbiosis con el coral, el cual blanquea, decrece su capacidad de resiliencia y puede morir por enfermedades o de forma natural.

Así explicó Jorge Martínez Fernández, especialista ambiental del Centro de Investigaciones de Medio Ambiente de Camagüey (CIMAC), quien argumentó que el último análisis, realizado en 2019 por profesionales del Centro de Estudios y Servicios Ambientales de Villa Clara y de la primera institución mencionada, demostró los valores más críticos del ecosistema de arrecifes en Santa Lucía.

En la actualidad prácticamente 23 kilómetros lineales de arrecifes tienen entre un 15 y un 20 por ciento de cobertura de coral vivo, y las zonas más críticas son las desde Punta de Ganado hasta Residencial en el citado balneario.

Los estudios comenzaron en 2008 por especialistas del Instituto de Oceanología de Cuba en aquel entonces, y dieron la primera alarma sobre el estado de salud de los arrecifes del lugar, que en aquel momento presentaba un marcado declive de la cobertura de coral vivo y de las comunidades de peces, y un notable aumento de las poblaciones de macroalgas.

Cuando muere el tejido del coral, queda expuesto el esqueleto o roca calcárea, y si el arrecife no cuenta con la resiliencia para restablecer la colonia afectada, las macroalgas colonizan los espacios, y evitan la fijación de larvas de corales para el crecimiento de las colonias, agregó Martínez Fernández.

Como parte del estudio efectuado hace tres años, se conoció también que el tamaño medio predominante es de la especie exótica invasora pez león, y que en estos momentos es la que mayor talla reporta en el arrecife, de 35 a 45 centímetros.

Las poblaciones de peces típicos de arrecifes existentes son muy pequeñas, sobre todo juveniles y preadultos, pues los mayores migran hacia áreas mejor conservadas o son capturados por pescadores ilegales.

A su vez, casi no existen especies carnívoras como la cherna criolla, guasa o aguají, pues en nueve puntos de trabajo y cerca de 20 kilómetros cuadrados de zona de estudio, fueron reportadas solo dos de estas, lo cual muestra una marcada disminución y una pérdida constante de los valores del balneario camagüeyano.

Asimismo se afecta la economía de la localidad y de la provincia de Camagüey, teniendo en cuenta que Santa Lucía como polo turístico tiene un desarrollo de actividades náuticas, y no pueden explotarse la totalidad de los puntos de buceo, porque han perdido valores físico-estructurales y atractivos, comentó el investigador.

Entre las acciones a implementarse para su rehabilitación sobresalen el establecimiento de una granja de corales, un sitio en el mar con las condiciones ideales para el crecimiento de diferentes estructuras de ecosistemas cercanos, con el fin de garantizar la estabilidad y la variabilidad genética de la comunidad.

Otras de las tareas deberán encaminarse al incentivo, con las organizaciones pertinentes, del control de los pescadores furtivos y del flujo de embarcaciones, en aras de lograr el resguardo más adecuado del ecosistema, propuesto como un Paisaje Natural Protegido e identificado por el Plan del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

Las labores de educación ambiental en la localidad resultan igualmente de gran importancia para la recuperación y el mantenimiento del ecosistema, incluyendo a los turistas y la adopción de estrategias de gestión de pesca.