CAMAGÜEY.- Como Faustino Márquez Domínguez, cuántos miles de camagüeyanos tierra adentro veían la luz solo cuando el sol apuntaba en el horizonte. Mayor de quince hermanos, nació en mayo de 1936 en Los Quemaditos, un disperso caserío del municipio de Esmeralda, donde de noche para verse las caras se alumbraban con chismosa o mechón.

Él, residente hoy en la ciudad de Camagüey, no es de quienes se acuerdan de San Pedro cuando llueve, ni de los eléctricos en el momento que por una u otra razón falla la corriente en el hogar o los huracanes derriban postes, cables y transformadores.

Personas agradecidas como este octogenario de seguro se estremecen si conocen que mientras la mayoría de la población organizaba los festejos para esperar en familia el advenimiento del nuevo año, un nutrido grupo de trabajadores de la termoeléctrica 10 de Octubre y de la Empresa de Mantenimiento a Centrales Eléctricas, el 31 de diciembre derramaban sudor en la industria.

Era más que justificada la permanencia junto a los hierros para intensificar la reparación de la avería del bloque seis en el ventilador de tiro forzado, con la intención de terminar las faenas a mediados de enero y sincronizarlo al sistema electroenergético nacional (SEN).

El ingeniero Eladio Avalos Rosales, director general de la “10 de Octubre”, ratificó que laboran ininterrumpidamente jornadas de 24 horas, en su opinión, la mejor manera de celebrar el 14 de enero la efeméride del sector, formalizada hace cuarenta y cinco años, por acuerdo del otrora Sindicato Nacional de los Trabajadores de las Industrias Químicas y Energéticas.

Los nueviteros no permanecen cruzados de brazos, se enfrascan, además, en el mantenimiento en servicio de la unidad cuatro, fuera de ciclo de mantenimiento, “pero con la voluntad, la iniciativa y el empeño de aportar al SEN”.

El bloque cinco actualmente está en mantenimiento parcial de 60 días para devolver la capacidad de 120 Megawatts, con soluciones nacionales, de manera especial el cambio a los calentadores de aire regenerativo y del economizador, para que en febrero las tres unidades estén en servicio.

NUEVAS OPCIONES PARA EL DESARROLLO

La Empresa Eléctrica Camagüey sorteó dificultades con recursos durante los años 2020 y 2021, las cuales limitaron la ejecución del programa de asentamientos humanos y la eliminación de tendederas.

Sin embargo, no dejaron de prestar atención a las quejas por interrupciones que se producían, en medio de un periodo declarado de emergencia energética por carencia de combustible y roturas en máquinas generadoras, encarado con resolución por la dirección del país, en medio de las medidas extremas de las administraciones estadounidenses para provocar un colapso de la economía nacional.

En este periodo no terminaron nuevos parques eólicos, pero mantienen en funcionamiento los cinco que trabajan con energía solar en Guáimaro, el 13 de Agosto en la circunvalación Norte, el enclave Antonio Pías, cerca de Planta Mecánica, Lugareño y el de Imías con un potencial nominal, en su conjunto, de 12,2 Megawatts.

Continúa la instalación de paneles solares.Continúa la instalación de paneles solares.

El ingeniero Rolando González Rodríguez, director de inversiones, habló de nuevas opciones para desarrollar el sector, entre ellas, la puesta en marcha de cinco cámaras de transformación de energía, con circuitos soterrados en instalaciones hoteleras, en tanto, marchan las operaciones iniciales para el montaje de una torre de medición de vientos en Puerto Piloto a una altura de 100 metros. La fundición de las bases es asumida por la Empresa de Construcción y Montaje No. 2.

Dentro de la propia Empresa Eléctrica brilla el colectivo comandado por Carlos Lacaba Jofre, especialista principal de fuentes renovables de energía.

En el diálogo, el funcionario dijo que electrificarán con energía fotovoltaica más de 300 viviendas aisladas en Camagüey, con una capacidad de 2 000 watt, y una vida útil de cinco a ocho años, en inmuebles afectados por el huracán Irma en 2017.

Los sistemas admiten cargas inductivas, de manera tal que pueden emplear equipos electrodomésticos que funcionan con motores eléctricos, sostuvo Lacaba.

La prioridad comprende las viviendas donde conviven mujeres y en comunidades rurales de Minas, Nuevitas, Sierra de Cubitas y Esmeralda, ubicadas al norte de la provincia, donde se sintieron con mayor rigor los efectos del huracán.

El Estado cubano, de acuerdo con sus posibilidades económicas, busca no dejar desamparada a ninguna familia. De allí que 16 hogares de la localidad de La Veguita, en Esmeralda, se beneficien. Ahora, aunque cuentan con un grupo electrógeno no cubre el servicio eléctrico las 24 horas.

OTROS MIEMBROS DE LA FAMILIA

El ingeniero Carlos Rubio Limonta es el capitán de la nave del equipo de Geysel que en el año 2021 recuperó la potencia instalada de la provincia, con la realización de un mantenimiento capital en la central eléctrica de Guáimaro, y el cumplimiento de los mantenimientos planificados de otros enclaves.

Cumplida la reparación capital del grupo electrógeno de Guáimaro.Cumplida la reparación capital del grupo electrógeno de Guáimaro.

Asumieron la atención a la solución de averías y la operación ininterrumpida de nuestras centrales, a pesar de las afecciones de la pandemia y la escasez de recursos, acciones que posibilitaron el aporte de MW al Sistema Eléctrico Nacional; el reconocimiento a jóvenes de la organización que concluyeron sus estudios universitarios y el apoyo al Sistema de Salud en la contención de la enfermedad.

Para el 2022 el colectivo cuenta con sus definiciones: realizar un mantenimiento capital en la central Imías del municipio de Sierra de Cubitas, mantener los MW logrados en el aporte al Sistema Eléctrico Nacional con las acciones de mantenimiento planificadas, solucionar las averías que se presenten en el proceso de explotación y continuar con la preparación de jóvenes en los diferentes cursos para la organización.

Con una estructura de 200 trabajadores, la Unidad Empresarial de Base de Construcciones Eléctricas no podía quedar en el anonimato.

Ellos asumen la atención de los centros de operaciones de Camagüey y Nuevitas y tres subestaciones de 220 kV, una en Camagüey y dos en la norteña ciudad industrial, más otra de 33 kilovatios en esa región costera, asumida por petición de la Empresa Eléctrica Camagüey para eliminar averías, fortalecer el mantenimiento y asegurar la disponibilidad técnica al 100 %.

Los trabajadores de construcciones eléctricas asumen siempre un trabajo riesgoso.Los trabajadores de construcciones eléctricas asumen siempre un trabajo riesgoso.

No es fácil encarar los 385 kilómetros de líneas y 896 estructuras metálicas, mantenerlas en operación para que las redes eléctricas de 220 000 Kilovoltios no fallen. De ellos depende la estabilidad energética del país y que las gigantescas torres alarguen la vida útil a través de un acertado mantenimiento.

La familia de los eléctricos no termina allí. Están los trabajadores de Emer, entidad que asume el control y fiscalización de los grupos electrógenos de emergencia, esos que funcionan en instituciones hospitalarias y en otros centros laborales que requieren mantener vitalidad en momentos especiales. y la Ati, dos vocales y una consonante que aseguran el servicio a los equipos informáticos empleados en el sector.

En Cuba la luz llegó para quedarse e iluminar a cientos de miles de clientes camagüeyanos residenciales y de los centros de producción y servicios. Mas, no vino sola, la hacen a diario mujeres y hombres a fuerza de tenacidad y compromiso para que, a diferencia de Faustino, no la veamos solo cuando el sol apunte en el horizonte.