CAMAGÜEY- Durante un reciente encuentro de trabajo entre las máximas autoridades del Consejo de Defensa Provincial con dirigentes gubernamentales y el segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Machado Ventura, el ministro de la Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, hizo hincapié en la necesidad de producir alimentos ante la situación económica y sanitaria internacional provocada por la COVID-19, lo que ha llevado en el país a prescindir de 73 millones de dólares para la importación de estos renglones en el segundo semestre del año.

“No tenemos la menor duda que vamos a salir de este complejo escenario, aseguró Machado Ventura, pero para hacerlo es necesario lograr resultados en la agricultura, todo lo que hacemos, y haremos será para lograr una explotación al máximo, sin reservas. Tenemos la tierra y al personal calificado, lo que hay es que lograr un trabajo eficiente y sistemático”.

Elbis Pérez Olivera, delegado del ramo en el territorio, informó con respecto a la campaña de primavera, prevista a abarcar más de 20 000 hectáreas. Sobre la existencia de semillas señaló “tenemos el balance necesario para garantizar el plan de primavera de los cultivos varios más el incremento que se planifique; solo tenemos déficit con la de malanga para 65 hectáreas y en caso de no obtenerlas sembrarán de boniato, en cuanto a la siembra de pasto hay para 600 hectáreas hay viveros y bancos de esqueje para garantizar el proceso”.

En las últimas jornadas hubo un crecimiento en el acopio de leche que llegó a sobrepasar los 200 000 litros diario, lo que permite la entrega de los 60 000 que requiere la fábrica de leche en polvo. Al respecto el dirigente político insistió en que estos tengan la calidad necesaria para su aprovechamiento.

La comitiva conoció de la estrategia para la entrega de tierras y semillas a los productores de carne de cerdo, con el fin de que ellos mismos garanticen la sostenibilidad de sus animales. Un señalamiento en este acápite fue el bajo número de convenios que tienen las empresas pecuarias. Rodríguez Rollero insistió en el tema dado los problemas económicos y financieros de estas entidades en la provincia “hay que abrir las fuentes de los convenios, por ejemplo una tonelada de carne cuando la entrega a 90 kg en 150 días de ceba da 22 000 pesos de ingresos, eso es dinero para pagar el salario a los trabajadores, aportar a la empresa y pagar insumos, esas son opciones que no se están utilizando debidamente hoy”.

Además, el administrativo insistió en la necesidad de ordenar los procesos en el campo. En este sentido el delegado explicó la organización de los puntos de compras de las bases productivas, su estudio para una reestructuración que permita un mayor rendimiento y que en la medida de lo posible estén cerca de los puntos de acopio de leche.

Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República, realizó un análisis, de conjunto con el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca, sobre la situación de la zafra azucarera “nacionalmente estamos obligados a preparar una contienda 2020-2021 con el numero exacto de centrales que permitan poder aprovechar mejor los volúmenes de caña existentes, para eso hay que sembrar desde ya”.

Sobre el rendimiento de los ingenios que molieron este año en Camagüey dijo que ninguno llegó a su potencial por diversos problemas que iban hasta el aprovechamiento de la mecanización, aunque el que más se acerco a cumplir su encargo fue el Siboney.

“Un tema pendiente es el Brasil, allí hay una inversión millonaria, su caña fue para Primero de enero en Ciego de Ávila pero el volumen entre estos centrales equivale a 2 000 toneladas de azúcar, hay que lograr que muela el de aquí, además la transportación encarece el resultado. Además no se puede olvidar que el Cayo es un atractivo competidor y cuando lo vayamos a echar a andar no tendremos fuerza de trabajo, sobre todo calificada”.

Valdés Mesa reflexionó sobre la importancia de la producción de alimentos como una prioridad del país, lo que se traduce en lograr el autoabastecimiento municipal que nos permita pasar de la autonomía a la soberanía alimentaria.

El Comandante Machado insistió, por su parte, en que no se puede dejar tierra libre sin cultivar: “este es un trabajo de todos juntos, por eso tienen que estar presentes las organizaciones políticas y de masas, hay que conversar con cada productor, esta es una tarea de sí o sí; hay que evitar los desvíos de las producciones, todo tiene que acopiarse para que se logre una distribución lo más equitativa posible.

“Tenemos que romper la cadena del ‘no se puede’, y buscar soluciones, alternativas que no siempre serán lo optimo pero es mejor que no hacer nada, que cada quien le quite un pedacito al problema siendo consciente con su aporte”.