VERTIENTES, CAMAGÜEY. - La casa de abuelos donde hace unos años reinaba el bullicio de muchachos que vestían uniforme blanco y amarillo, hoy está prácticamente vacía. En ese centro de atención a adultos mayores—antes, la escuela secundaria de la comunidad Batalla de Las Guásimas y donde el 8 de abril inició la aplicación del medicamento homeopático PrevengHo Vir— sus trabajadores priorizan ahora la entrega de alimentos a domicilio a más de 20 ancianos.

El lunes (20 de abril) la directora Edivia Castelló recibió una importante llamada telefónica desde la dirección municipal de Salud en Vertientes; las indicaciones eran precisas: debía cesar la asistencia de los abuelos al hogar que para ellos funciona desde octubre de 2017; y al mismo tiempo, continuar la oferta de algunos servicios, fundamentalmente los de desayuno, merienda, almuerzo y comida.

Desde su apertura, la casa de abuelos Batalla de Las Guásimas, con capacidad para 40 personas, garantiza a los ancianos alimentación balanceada y entretenimiento. Foto: Cortesía de Esvieta BasultoDesde su apertura, la casa de abuelos Batalla de Las Guásimas, con capacidad para 40 personas, garantiza a los ancianos alimentación balanceada y entretenimiento. Foto: Cortesía de Esvieta Basulto

Por eso, desde el martes 21, Yosvani y Oliden, licenciados en Cultura Física; las trabajadoras sociales Yusimí y Yuri; Lázaro y Wilmer, dos integrantes del sexteto que permanentemente labora en la casa de abuelos; y otras —suman alrededor de diez— personas de buena voluntad planifican sus jornadas para, en tiempos de pandemia, colaborar en la protección a uno de los sectores más vulnerables a la COVID-19.

Cuando los relojes marcan las 8:00 a.m., y también al mediodía, puede vérselos a todos en el comedor de la casa de abuelos, con sus nasobucos, y los pozuelos y las jabas en los que Olga Lidia y Marisela sirven los alimentos preparados por ellas. Unos minutos más tarde, quienes desarrollan esta labor comunitaria se dispersan por todo el poblado, lo mismo a pie que en bicicleta; y llegan incluso a lugares distantes como Palmarito —uno de los pueblitos cuya entrada se ubica en la carretera Batalla de Las Guásimas - Vertientes.

A Rancaño, anciano que vive en el poblado de Palmarito, todos los conocen así, por su apellido. El joven licenciado en Cultura Física, Oliden Lafourcade, se trasladó desde la comunidad Batalla de Las Guásimas hasta ese lugar para que Rancaño recibiera los alimentos. Foto: Cortesía de Oliden LafourcadeA Rancaño, anciano que vive en el poblado de Palmarito, todos los conocen así, por su apellido. El joven licenciado en Cultura Física, Oliden Lafourcade, se trasladó desde la comunidad Batalla de Las Guásimas hasta ese lugar para que Rancaño recibiera los alimentos. Foto: Cortesía de Oliden Lafourcade

En el horario matutino reciben el desayuno y la merienda; y luego de las 12 meridiano, el almuerzo y la comida; son 23 adultos mayores de la casa de abuelos Batalla de Las Guásimas los que hoy disfrutan de estas bondades del sistema de salud cubano.

Luisa Pereda, quien cumplirá 76 años en agosto, es una de las ancianas beneficiadas por los servicios de la casa de abuelos. El jueves 23 de abril, la directora de ese centro, Edivia Castelló, la visitó para aplicarle la cuarta dosis del medicamento homeopático PrevengHo - Vir. Foto: De la autoraLuisa Pereda, quien cumplirá 76 años en agosto, es una de las ancianas beneficiadas por los servicios de la casa de abuelos. El jueves 23 de abril, la directora de ese centro, Edivia Castelló, la visitó para aplicarle la cuarta dosis del medicamento homeopático PrevengHo - Vir. Foto: De la autora

Así es que Luisa, Andrea, Mercedes, Aleida, Eusebia, Papito, Esteban, Rancaño y el resto de la agradecida familia de ancianos atendidos en ese centro no pueden dejar de elogiar la labor de gente buena como Esvieta Basulto y Arioel Barrio; ella, licenciada en Terapia Física y Rehabilitación; él, profesor de atletismo en la escuela Noel Fernández, del poblado de Aguilar; ambos, un matrimonio que añade a su misión en Venezuela la que también hoy desempeñan en una comunidad ubicada a casi cincuenta kilómetros de la ciudad de Camagüey.

Fotos: Cortesía de Esvieta BasultoFotos: Cortesía de Esvieta BasultoA causa de la situación epidemiológica que ha provocado la pandemia COVID-19, Esvieta realizó pesquisas activas en la comunidad Batalla de las Guásimas; dio servicios de rehabilitación en la casa de abuelos y se sumó a la entrega de alimentos a domicilio. Arioel, por su parte, procede del municipio avileño de Venezuela, es licenciado en Cultura Física y desde el martes 21 del actual mes de abril contribuye a la atención que se les brinda a los ancianos en sus casas.