CAMAGÜEY.- La inquietud de Osmel Marrero, viejo lector de Adelante y jubilado del Ministerio del Interior, no dejó de tener lógica.

“Si en la década de los ochenta (del pasado siglo) cuando no estábamos tan apretados económicamente, los “files” de huevos rotaban por las bodegas, incluso a los administradores de esos establecimientos les exigían pagar la pérdida de uno, cómo ahora las vemos arrinconadas en cualquier lugar o en los carros recolectores de basura”, explicó Marrero.

De la manera que enfocó la queja –una petición a voces– no podía quedar en el olvido. Era obligado ir tras la pista y despejar las incógnitas y llegar al esclarecimiento sobre el problema, preocupación que no es solo de Osmel, sino de muchos camagüeyanos, mas ahora cuando la palabra ahorro adquiere nuevas dimensiones.

El primer contacto telefónico con el área de información y análisis de la Empresa Avícola Camagüey puso sobre la mesa que: “por medidas de bioseguridad estaba prohibido el retorno de las bandejas a las naves para evitar propagación de enfermedades en las aves”.

Nuevas indagaciones permitieron ponernos al habla con el médico veterinario Orlando Garcés, de 72 años y más de medio siglo dedicado a la avicultura.

“Desde el punto de vista sanitario lo ideal es que no retorne para evitar que sea fuente de contaminación. Todas las granjas tienen un sistema de bioseguridad. En momentos de necesidad, la empresa ha coordinado con los distribuidores para que recojan de nuevo las bandejas”.

Garcés recordó que el área de aseguramiento del CAN —nombre que comúnmente recibía el Combinado Avícola Nacional— tenía gran cantidad en sus almacenes y en consecuencia, añadió, le orientábamos que las fumigaran con vapores, pero con todo y eso lo ideal es que no vuelvan.

La visita a varios establecimientos comerciales de la ciudad de Camagüey y en conversación con sus empleados o trabajadores permitió observar que no se cuenta con un plan coherente entre las Empresas de Comercio Minorista Mixta y la de Recuperación de Materias Primas para definir la devolución de las bandejas. El contrato establecido fija solamente sacos de nailon, papel y cartón.

A diferencia de que a finales del pasado siglo se contaba nada más en Cuba con la fábrica para producir bandejas en Calabazar y Boyeros, en La Habana y las restantes se importaban, la aparición de otra planta en Jatibonico, provincia de Sancti Spíritus, ofrece contar con una mayor disponibilidad de ese medio.

Roberto Barreto Arias, director comercial de la Empresa Avícola de Camagüey, dijo que lo orientado es que lo recoja Materias Primas, recicle las bandejas a las fábricas de nuevo, mientras precisó que anteriormente ellos le daban cinco rotaciones y ahora solamente una.

Es del criterio que la fumigación no es un proceso óptimo y para utilizarlo tiene que autorizarlo el país y tomar una serie de medidas, en tanto sostuvo que una bandeja importada cuesta ocho centavos dólar.

No es poco significativa la cifra de bandejas que consume Camagüey: más de 300 mil unidades mensuales. Quedamos sorprendidos al hablar con Osdel Castillo Perdomo, comercial de la Empresa de Recuperación de Materias Primas.

Dijo que los files no se están comercializando en los puntos de compra “porque lo que se quiere es que el sector estatal los guarde y nos los entregue para evitar relajamiento”, aunque ni por una u otra vía se recepciona hoy.

Bilfredo Veloso, encargado de la recuperación y quien lleva eso al detalle en Materias Primas trató de responder si tienen un plan comentó: “Yo no sé, esto es una bola de contrariedad. La vía más fuerte que nosotros tenemos para que nos entren los files es por las redes de comercio, de casillas. Sí tenemos acuerdo para recepcionar papel y cartón, no bandejas para huevo”.

En la planta espirituana, de la Unidad Empresarial de Base Jatibonico, de la Empresa del Papel con una producción actual mensual, sin estar al máximo es de poco más de dos millones mensuales, el millar se comercializa a 98 pesos y no reciclan las bandejas. La materia prima es nacional o importada, en papel gaceta, corriente y ondulado.

No se habla de cifras insignificantes. La UEB moldeado de celulosa René Bedia, de Calabazar y Boyeros, tiene un plan para este año de 32 millones de bandejas, con el mismo precio. A diferencia de la fábrica de Jatibonico en esta sí se reciclan las bandejas de retorno, mediante un proceso de vapor y de secador, siempre que vengan sin cáscaras de huevos, explicó Reinaldo Duarte Sosa, director comercial de esa entidad.

No ponemos en dudas la necesidad de reforzar las medidas de bioseguridad en las granjas avícolas y de los riesgos que entraña no cumplir con ellas, pero no estaría demás que las partes implicadas realizaran un estudio a fondo del problema porque algún uso debe dársele a las bandejas y que no aparezcan arrinconadas o botadas.

¿Por qué no experimentar de nuevo con la desinfección clásica, con mezcla de permanganato potásico puro y de formol al 40%, sin descuidar los criterios de algunos detractores, por los posibles efectos en la salud humana, dada la rápida reacción de ambos productos?.

Una fuente consultada: la revista Global de Avicultura, sobre este particular sostuvo: con precauciones –mascarilla, extractor de gases, buena ventilación– puede utilizarse por metros cúbicos de cámara ante el peligro potencial de la Influenza Aviar, una latente amenaza a escala mundial.

Pasó de ser una enfermedad rara y erradicable a constituir una amenaza frecuente para la avicultura mundial con establecimiento endémico en algunos países y, en ocasiones, implicaciones para la salud pública por el potencial zoonótico de algunas cepas.

Desde principios de 2014, los brotes provocados por diferentes cepas del virus de IA (VIA) se han notificado por más de 35 países (OIE 2015), afectando a todas las regiones del mundo con una situación particularmente complicada en Asia y más recientemente en Norteamérica, donde tienen origen migraciones de aves silvestres que hacen estancia o transitan por Cuba, con aumento del riesgo de introducción y establecimiento de la enfermedad en nuestro territorio, donde ha sido exótica y pudiera ocasionar alto impacto dada la importancia nacional de la avicultura.