CAMAGÜEY.- Nueve campanadas llamaron la atención de los presentes. El trabajo de 13 años de la Iglesia católica en el territorio  de conjunto con las autoridades políticas y gubernamentales rendía frutos. Aun el impetuoso sol no amilanó las grandes sonrisas y las galas de cuerpo y de alma que se extendían en cada abrazo y en cada felicitación;  porque el día de la inauguración del hogar Monseñor Adolfo Rodríguez es fiesta entre los fieles.

La instalación con una capacidad para atender a 95 ancianos de forma permanente, y a 20 más durante el día, tiene una superficie de 6 000 m² donde pueden disfrutar de áreas exteriores con parques y zonas para la rehabilitación física.

El centro, con tres pisos, tiene elevadores, consultas, de enfermería, farmacia, lavandería, peluquería y barbería, central estéril,  local para la terapia ocupacional, la residencia de las religiosas, y 45 habitaciones para los abuelos, entre otros espacios comunes.

Desde que se colocara la primera piedra de la edificación, el 8 de mayo de 2006, varios han sido los principales autores de este empeño; entre ellos se reconoció a su inspirador, Monseñor Adolfo, primer Arzobispo de Camagüey; Mons. Domingo Oropesa, obispo de Cienfuegos, y Mons. Juan García Rodríguez, arzobispo de la Habana.

El hogar será atendido por la congregación de las Camilianas, presentes en 21 naciones de cuatro continentes. Con estas tres hermanas, que llevan nueve meses en la provincia, quedó establecida la entrada permanente de la orden a Cuba, “este hermoso país y en este acogedor pueblo de Camagüey”, al decir de la hermana Celia, Superior General de la Hermanas Camilianas.“Nuestra misión aquí es lograr que los ancianos se sientan en su hogar, que se presencie de amor y de misericordia. Fieles a la misión de San Camilo de Lelis de asistir a los enfermos como hace una madre con los enfermos”.

Giorgio Lingua, embajador del Vaticano en Cuba, trasmitió un mensaje de afecto y bendición del Papa a los presentes y responsables del “Mons. Adolfo” y señaló que las Camilianas realizarán en el lugar “no solo una obra social sino una obra de amor. Espacios como este deberían ser el pulmón del barrio, !porque hace tanto bien atender y visitar a los ancianos!”.

Momento especial fue la recordación del Arzobispo camagüeyano  Wilfredo Pino a Mons. Adolfo “el santo obispo que nos hizo confiar en el Señor. El obispo de los detalles, del cariño a todos por igual, creyentes o no: era el Pastor que conocía a sus ovejas y sus ovejas lo conocían a él”.

También dedicó palabras de elogio y agradecimiento a quienes participaron de la realización de este proyecto, en especial a casi 100 obreros y personal técnico que laboró a diario así como a quienes en los últimos meses dieron los últimos detalles al hogar. A ellos ofreció “mi gratitud personal , de la Iglesia y del pueblo”.

Antes de concluir añadió, “Salud Pública y la Iglesia hemos dado un ejemplo de como se puede trabajar en el bien común porque todos estamos al servicio del pueblo cubano”.En ese espíritu abrió sus puertas oficialmente el Hogar Mons. Adolfo, justo el día del nacimiento de San Camilo de Lelis.

Una institución, que se suma al total de 40 unidades asistenciales en la provincia y a los 13 hogares, además del hogar Padre Olallo, bajo el lema de la congregación de las Camilianas hacer bien todas las obras, seguros de que no hay obra mayor que el respeto y el cuidado de nuestros ancianos. 

Cortaron la cinta los Monseñores Juan García y Domingo Oropesa.Cortaron la cinta los Monseñores Juan García y Domingo Oropesa.

Develaron la tarja colocada a la entrada del hogar tres de las más cercanas personas a Mons. Adolfo. Cuca Salgado, quien lo cuidó durante muchos años; Maribel Moreno, su secretaria; y Manolito Padilla, hijo de su amigo y chofer.Develaron la tarja colocada a la entrada del hogar tres de las más cercanas personas a Mons. Adolfo. Cuca Salgado, quien lo cuidó durante muchos años; Maribel Moreno, su secretaria; y Manolito Padilla, hijo de su amigo y chofer.