CAMAGUEY.- Cual vieja tradición, las nuevas generaciones de esta ciudad tuvieron sus festividades en saludo al Día Internacional de los Trabajadores.

El contagioso ritmo que le impregnaron el sonido de las congas, y otras variedades artísticas, hicieron de la calurosa mañana una fecha de singulares atractivos, donde los niños se deleitaron en compañía de sus familiares.

Cientos de pioneros de las escuelas primarias de esta cabecera provincial, a semejanza de los mayores, enarbolaban carteles, pancartas y banderas alegóricas a la connotada fecha del 1ro de Mayo.

No hay excepciones: es muy usual que la ocasión sea propicia para que todos en la casa salgan a este convite, - hecho para quienes en el futuro tomarán las riendas laborales del país.

Todo es fiesta, alegría, sonrisa plena, con la confianza total de que el futuro de la Patria se cultiva desde las más pequeñas edades, cual continuadores de la obra que acariciamos desde enero de 1959.

Y eso sí, también deviene ejercicio previo al festejo de los mayores, quienes también reafirman su vocación de continuar la obra que hacemos desde hace seis décadas.

Fue una mañana espléndida, cuajada de risas y cantos, una mañana con el entusiasmo íntegro de los proletarios del futuro en Cuba.