CAMAGÜEY.- Esta provincia cuenta actualmente con 13 fincas vinculadas a la siembra de plantas medicinales, una de las aristas del programa de la agricultura urbana y suburbana, cuyos productores están convocados para incrementar su desarrollo y rendimiento en este ámbito a fin de sustituir importaciones y suplir déficits de fármacos.

Dada las numerosas utilidades de cada cosecha destinada a la industria farmacéutica, e incluso cosmética, esta cifra es aún insuficiente debido a que la medicina natural y tradicional deviene eficaz variante para la sustitución de medicamentos, cuestión por la cual se aspira en este territorio a alcanzar en los próximos años 50 hectáreas (ha) dedicadas a ese fin.

Javier Rodríguez Guerrero, Jefe del Departamento Agrícola de la Delegación Provincial del Ministerio de la Agricultura (MINAG), comentó que en este momento hay 60 patios en toda la provincia donde se siembran especies medicinales, los cuales suman seis ha.

Para este año pretendemos lograr 114 patios, o sea, uno por cada Consejo de Defensa del territorio, explicó, y de esa manera ascender a 18 ha entre 2019 y 2020, para lo cual hay que sumar más productores a la iniciativa, pues hoy solamente existen pocas personas dedicadas a esas faenas.

Sobre los compromisos contraídos con el Ministerio de Salud para el actual calendario, comentó que rondan las 35 toneladas de masa seca, y al cierre de marzo último las entregas a ese sector se comportaron de una manera favorable.

De conjunto con la referida institución, también labora la filial camagüeyana de la Asociación Nacional de Técnicos Agrícolas y Forestales, cuyos especialistas prestan servicios de capacitación en vísperas de la ejecución en este territorio del proyecto Implementación tecnológica en función del desarrollo de las plantas medicinales.

Odalis Marrero Vallina, presidenta provincial de esa entidad, manifestó que se intercambian experiencias sobre agrotecnia y perfeccionamiento tecnológico de producción, con el objetivo de obtener suficiente masa vegetal fresca y seca para entregar a las unidades procesadoras de medicina verde en cada municipio.

Aunque aún se encuentra este en la fase de planificación, dijo, con su puesta en marcha se ampliarán considerablemente las hectáreas de siembra en el territorio mediante una tecnología bionatural para el secado, sustentada en un manejo funcional y sostenible.

Al referirse a una de las principales características del proyecto, señaló que para esas acciones se prevé la utilización de la energía solar en cada una de las fincas incorporadas a la iniciativa, lo cual tiene el propósito de disminuir el consumo de energía eléctrica.

A eso agregó que entre tres y ocho hectáreas se dedicarán a la siembra de plantas medicinales en cada una de las fincas que poseen las empresas agropecuarias de la provincia.

La necesidad de fortalecer la medicina natural y tradicional como una alternativa a los productos farmacológicos se hizo más notoria en Cuba a partir de la década de 1990, y hasta la actualidad se ha mantenido en constante desarrollo como parte del acervo cultural del país.