CAMAGÜEY.- Las precipitaciones de finales de marzo y abril empeoraron los inestables cortes de caña y molidas bajas de los centrales de la provincia que, salvo el “Carlos Manuel de Céspedes” cumplidor en las próximas horas de su plan técnico económico, presentan atrasos considerables de las cifras azucareras reprogramadas.
Sin embargo, a la caza del mínimo oreo la estrategia provincial es recolectar primero toda la caña quedada de las plantaciones sureñas del “Cándido González”, de Vertientes y de las zonas más bajas vinculadas a los cinco ingenios en producción e incluir en este esfuerzo por actualizar las cepas de retoños y caña nueva con la debida atención cultural, los cañaverales de los centrales floridanos “Agramonte” y “Argentina” que no fabrican crudo hoy y cuya materia prima se envía para “Céspedes”.
Camagüey no solo necesita de que San Pedro cierre la llave de las aguas o retarde las precipitaciones primaverales, reclama de un mejor aprovechamiento de la jornada de siega, poner las cosechadoras en funcionamiento al máximo de su capacidad y en los cañaverales más productivos para que la industria azucarera estabilice fabricaciones de 1 000 y más toneladas de azúcar diarias, posibles si los pelotones mecanizados cumplen cotidianamente la entrega de la gramínea, se recoge de modo manual la caña quedada en campos de ínfimos rendimientos agrícolas, las industrias disminuyen el tiempo perdido y aumentan la eficiencia productiva como algunas veces se ha logrado en la presente zafra.
La economía nacional precisa de que la provincia, entre las más productoras de azúcar del país, aumente su ritmo de recuperación fabril en abril y mayo hasta que la lluvia obligue a parar los cortes, no solo para “salir” de las cepas viejas sino para producir mieles y otros derivados necesarios para la alimentación pecuaria y la exportación. Aunque tensa la situación de Camagüey, mucho aún puede hacerse para acortar las 53 000 toneladas de azúcar de le reprogramación cañero-azucarera deficitarias hasta el martes último.
De continuar los eventos climáticos lluviosos, las acciones en marcha se sustentan en el reforzamiento con implementos agrícolas menos sofisticados como los “lunajod” y tractores de mayor porte, para aprovechar la humedad en la preparación de tierra y siembra de unas 11 mil hectáreas correspondientes a la campaña de primavera. Las cifras más altas a plantar se localizan en “Batalla de las Guásimas”, Panamá, Brasil y “Céspedes”,sin embargo, todos los territorios agroazucareros de la provincia necesitan incrementar sus “colonias”, pues ninguno de los ingenios en activos posee cañas propias, ni siquiera para cumplir sus respectivos planes económicos.
Las plantaciones del Brasil, en Esmeralda, sobre suelos rojos y posibilidades de áreas bajo riego idóneas por contar con la presa El Porvenir de 171,5 millones de metros cúbicos , segunda de mayor capacidad de la provincia, acusan bajos cumplimientos en la preparación de suelos y siembra de la presente etapa veraniega, situación que en las últimas horas debe mejorar con un refuerzo provincial de equipos que merece una respuesta productiva de la fuerza agrícola local.
La naturaleza una vez más y ante los inconvenientes subjetivos y materiales de los camagüeyanos, amenaza con decidir el término de una nueva zafra incumplida, pero abril es un mes de victoria y mayo símbolo del trabajo para que los hombres y mujeres del sector que, con sus jefes administrativos y dirigentes sindicales al frente, deben darlo todo o caer con las botas enfangadas puestas sobre los surcos plantados.