CAMAGÜEY.- Con el objetivo de rescatar las costumbres culinarias de la urbe y mostrarlas como potenciales atractivos turísticos, se reunieron aquí especialistas locales y foráneos del 20 al 22 marzo en la primera edición del seminario Sabe a Camagüey.

“Este fue el paso inicial para la construcción de un turismo gastronómico en la ciudad. Como ejercicio demostrativo nos permitió integrar a todas las instituciones vinculadas al arte culinario y de conjunto y pensar vías para elevar la calidad del servicio tanto a clientes internacionales como nacionales”, comentó Iliana Cervantes Alonso, subdirectora de investigación y desarrollo del Centro de Capacitación del Turismo.

Ya con más experiencia y una visión clara de hasta dónde se puede llegar, los responsables del evento tienen previsto realizar una segunda edición el próximo año en el mes de marzo.

“La idea  —agregó Cervantes Alonso— es promocionar con un poco más tiempo el encuentro y venderlo como un paquete de interés para quienes decidan visitarnos en esa fecha. Tenemos que demostrar que Camagüey no es solo adoquines, iglesias y tinajones, es también buena comida y tradición”.

Con ese fin se desarrollaron varias sesiones teóricas que incluyeron desde los platos típicos de la región hasta los postres actuales. Cada una de ellas bien acogidas por los participantes quienes recibieron conferencias no solo de chefs cubanos sino de otras partes del mundo.

La tercera jornada del seminario estuvo dedicada casi por completo a la coctelería cubana. Allí se hizo un recorrido por la historia y se logró unir los tragos de la manigua con las más modernas técnicas para obtener productos refrescantes.

Y aunque los presentes agradecieron lo aprendido en la primera parte de la mañana, el momento más esperado fue la demostración de preparar sushi con productos locales del chef Hiroyuki Terada.

El japonés, por sus habilidades para cortar con los ojos vendados ostenta un récord Guiness.

Presentaciones de libros y revistas especializadas en gastronomía, la degustación de tapas y la feria de coctelería, con una bebida dedicada al 505 años de fundada la villa, completarán la última jornada de un evento que durante tres días demostró que Camagüey es un sabor para repetir.