CAMAGÜEY.- Más que una serenata en sus más de 5 siglos, la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, es escenario, al compás de los formidables tambores Batá, de nuestras más ancestrales raíces religioso-culturales en el “Gran Tambor a Oshún”.

Camagüey tiene la premisa de celebrar el tambor más largo de la historia de la religión en Cuba y en él, se reunieron practicantes y citadinos que a su paso sentían  la musicalidad  de un ritmo cubano que nos identifica.

Con un lenguaje universal la ocasión rinde homenaje a Oshún, Virgen de La Caridad  Patrona de Cuba, que reina este año en el Panteón Yoruba y en el cual es simbolizada con el número 5, como combinación perfecta para celebrar el cumpleaños 505 en la ciudad del mayor.

“La comunicación con los Orishas se logra a través de los tambores Batá, a ellos pedimos  la paz, amor a la humanidad, desarrollo, mejores condiciones higiénico-ambientales y en especial, apoyo y bendiciones para los hermanos habaneros víctimas del reciente tornado”, expresó el presidente de la Filial Yoruba en el provincia Pablo Hernández Gómez.

“El árbol que nos sincretiza”, así, Leonel Yañes Molina Consejero Asesor de Ifá, cree en la devoción, para la búsqueda de la unidad y exhorta a las restantes provincias a realizar eventos en los que la armonía, los buenos pensamientos  y la hermandad entre los hombres se exprese en un mismo deseo: la salvación del mundo.

La villa principeña tomó de sus hijos  gran regalo, en un toque de tambor a la fe se respiró la certeza de continuar con ella, para entre iglesias, tinajones, plazas y laberínticos entramados seguir  erigiendo en  un sitio  legendario.