CAMAGÜEY.- Al Instituto Preuniversitario Urbano Álvaro Morell le debíamos algo de lo mucho decoroso que ha salido de sus aulas. La excusa fue (es) el aniversario de la Villa. El resultado es una mejor escuela, de seguro un mejor proceso docente, y mejores alumnos.

Mirna Téllez Pargas, directora de la institución, habla sobre cuánto de sueño tienen las reparaciones. Carpintería nueva (reclamo rancio de estudiantes, familiares y trabajadores), pintura en puertas, paredes y techos de pasillos, además de la restauración del patio central, es buen impulso para llegar al 26 de Julio con las aulas igual de remozadas, fecha para la cual figura ese empeño.

La pintura de interiores fue asumida por una brigada de trabajadores del sector no estatal, y la ejecución de la carpintería estuvo a cargo de la Empresa de Restauración y Conservación de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey, especializados en el rescate de nuestro patrimonio tangible. Otros centros educacionales como la secundaria básica Pepito Mendoza, la escuela primaria Josué País, y las especiales Nguyen Van Troi y Héroes del Moncada recibieron de igual forma acciones de remodelación.

Luego de algunas trabas por causa de las puntillas para fijar la cristalería (inconcebible si tenemos en cuenta que en el municipio de Minas existe una fábrica de derivados del alambre con tecnologías entre las mayores y más modernas del país), parece que allí se acercan a su ideal de escuela. Enhorabuena para los camagüeyanos y el inmueble, por demás Monumento Nacional desde 2013.

La Álvaro Morell, además de ser un símbolo arquitectónico de la provincia, lo es también de nuestra rebeldía, pues siempre nucleó las luchas estudiantiles en el Camagüey antes del triunfo revolucionario. Álvaro Morell, Jesús Suárez Gayol, Rafael Guerra Vives, entre otros, fueron sus alumnos y son nombres esenciales en la historia local.

De gran trascendencia es el suceso de la noche del 27 de noviembre de 1955 cuando Armando Hart Dávalos develó el retrato de Abel Santamaría en el Salón de Sesiones del Instituto, respondiendo a la invitación del entonces Presidente de la Asociación de Estudiantes, Jesús Suárez Gayol.