CAMAGÜEY.-  Llegué a Adelante  en diciembre del 1999 con una plaza de redactor reportero en la plantilla y el encargo de crear la página web en Internet del entonces semanario. Toda la prensa cubana en su mayoría comenzaba a construir su presencia en la red de redes y había mucho por crear en ese sentido, todo estaba prácticamente por hacer, e igual de importante era el capacitar a todo el personal periodístico en trabajar para el nuevo medio de comunicación.

Ya conocía a la mayoría de los colegas que allí laboraban, pues había realizado prácticas laborales cuando cursaba la licenciatura de Comunicación Social, que entonces era el nombre que tenía la carrera de Periodismo. A poco de mi llegada, la mudanza de Adelante a su actual sede en la calle Cisneros no demoró mucho, y el área de computación, donde se realizaba el montaje digital pre-impresión, también fue beneficiada con mejores locales.

Después de varios meses de estudio, revisión de sitios webs nacionales e internacionales, selección de herramientas y planeación de estructuras, finalmente, el 19 de abril del 2000 vio la luz Adelante digital. En aquellos tiempos, crear y actualizar páginas webs difería bastante de los sistemas automatizados de gestión de contenidos de la web  que hoy se emplean. Las páginas se elaboraban siguiendo una plantilla para cada sección y luego se enviaban a los servidores en La Habana, en cada actualización, que podían ser 2-3 veces al día, incluyendo sábados y domingos. El sitio llegó a convertirse en un portal web que incluía páginas especiales dedicadas a los niños, al humor, a las mujeres, a la economía, a los generales camagüeyanos de la independencia… Todo ello gracias al esfuerzo colectivo que se fue generando.

Momentos importantes en lo personal en aquellos años en Adelante fueron el intercambio que sostuve con el Comandante en Jefe Fidel Castro en abril del 2001, en un pleno de la UPEC de aquellos  donde se invitaba a todos los webmasters de la prensa digital (que casi siempre éramos también los editores, en ese entonces).  En mi memoria aun está  la cobertura realizada durante el golpe de estado contra Hugo Chávez en abril del 2002, y poder  transmitir, cuando pocos en el mundo y en Cuba lo hacían, el contragolpe cívico-militar que lograría reponerlo en la presidencia. Por cierto que en esa tarea nos acompañaron colegas del telecentro como Gilberto Valdés, Villo y otros. Adelante Digital sirvió de terreno de pruebas a los que luego trabajarían para los sitios webs del Telecentro, Radio Cadena Agramonte y la corresponsalía de la hoy Agencia Cubana de Noticias, ACN.

No menos importante fueron los entrenamientos en computación e Internet que se impartieron en aquella época. Todos los periodistas, fotógrafos, correctores, diseñadores veníamos de un Período Especial donde se había reducido la tirada de los diarios provinciales en frecuencia y número de ejemplares, e Internet era(es) una oportunidad de comunicar mucho más la realidad  de la provincia. Pero para ello no pocas gotas de sudor y paciencia debieron sudar los alumnos…y el profesor, para lograr que el tránsito de la máquina de escribir a las computadoras fuera posible.  Porque podía ser que alguien creyera que la impresora no funcionaba pero no obstante, le había enviado a imprimir el mismo documento…25 veces.  Y  sea verdad o falsedad, quienes se encargan de las tecnologías informáticas casi siempre terminan con el cartelito de “explican muy rápido y no hay quien entienda”.

También allí conocí de las madrugadas de los sábados en el poligráfico, cuando había que llevar los originales  para la colocación en los sistemas offset, trajín luego sustituido por el más cómodo envío cada viernes en la noche, vía digital, al Poligráfico de Holguín. Los viernes eran (y son) días muy largos para los que tenían que ver con la salida de la versión impresa de Adelante.

Seres humanos de gran calidad para recordar y anécdotas para contar no cabrían en una edición impresa. Siempre recuerdo a todos los que fueron mis colegas en esos años en Adelante. Desde una secretaria como Marisel, con una tremenda voluntad de superación en temas informáticos, hasta los llamados “concisos” y “precisos”, con un humor muy sano, de Ercilia Vento, jefa de las correctoras, a cualquier periodista que hubiera hecho un uso demasiado generoso de las “licencias” del idioma español en algún texto (siempre he creído que detrás de un buen escrito periodístico hay un no menos buen corrector o correctora).

Me siguen uniendo lazos de amistad y trabajo con todos los que hoy laboran en Adelante.  Y miro, siempre con orgullo, como aquellos que un día fueron compañeros o estudiantes míos en la Universidad, han ido constituyéndose en el relevo y ponen en práctica lo que aprendimos y lo que les enseñamos, en cada caso. Felicidades a todos ellos, en estas seis décadas de Adelante. Y pueden seguir contando conmigo.