CAMAGÜEY.- Aportes para la industria azucarera, la producción de lácteos y el desarrollo ganadero en la provincia constituyeron algunos de los trabajos más significativos expuestos hoy, en el XVI Evento Científico-Técnico del Fórum de Ciencia y Técnica, que se desarrolla en esta ciudad.

La habilitación de una plantadora de caña picada con una capacidad para sembrar ocho hectáreas como promedio por jornada, la recuperación de bombas de amoniaco en la industria láctea del territorio, y el diseño de técnicas para mejorar el control de la reproducción vacuna, fueron soluciones ofrecidas durante el evento.

Según explicó José Antonio Castiñeira Castro, especialista principal del Fórum de Ciencia y Técnica, en la Asamblea del Poder Popular en el municipio de Camagüey, las innovaciones presentadas en las ponencias participantes ofrecen respuestas a planteamientos de la población y a los principales problemas de las empresas.

Además, la mayoría de ellas tienen un gran impacto económico, porque contribuyen a la sustitución de importaciones, o facilitan la recuperación de equipos con un alto costo en el mercado internacional o cuyas piezas de repuesto se hacen muy difíciles de adquirir para Cuba, señaló.

Por ejemplo, el prototipo de la sembradora de caña se obtuvo a un costo de unos 200 mil pesos cubanos en la División de Talleres Lenin del Grupo Empresarial AZCUBA en Camagüey, y ya ese diseño se ha generalizado en el país con un rendimiento ocho veces superior al de una brigada de siembra manual.

Datos publicados por la ACN en 2017 referencian que unidades en Villa Clara, Sancti Spíritus y Holguín de la Empresa AZUTECNIA, también subordinada a AZCUBA, participaron en la construcción de las máquinas plantadoras.

Los servicios de salud, el ahorro energético, los servicios a la población, la industria y el medio ambiente, y la informática y la economía, son otros de los temas a exponer en el evento, que con carácter provincial, se extenderá hasta el próximo día 13.

El movimiento del Fórum de Ciencia y Técnica tuvo sus orígenes en la década de 1980, cuando Fidel Castro, líder histórico de la Revolución Cubana, lo promovió como una alternativa ante los grandes gastos de divisas en que incurría la nación para la adquisición de piezas de repuesto.