CAMAGÜEY.- A pesar de las limitaciones económicas por las cuales atraviesa Cuba, y al bloqueo recrudecido por los Estados Unidos de Norteamérica e impuesto desde hace más de cinco décadas, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP), con el apoyo del Estado, mantiene la Red Nacional Cardiopediátrica, con una vigencia de alrededor de 35 años .

Todas las embarazadas del país son estudiadas mediante ultrasonidos, ecografía cardíaca fetal y si de estos emana alguna posibilidad de cardiopatía entonces se le sigue de manera más rigurosa, por supuesto, en consultas especializadas en cardiología, de conjunto con las del Centro de Genética, a nivel de provincias o nacional.

Si se determina una cardiopatía, más aún incompatible con la vida, conocido por medio del diagnóstico prenatal, la gestante y sus familiares son informados y aconsejados a tiempo por los expertos acerca de la severidad del asunto y de las posibilidades quirúrgicas; sin embargo, solo ellos deciden si continúan el curso del embarazo o lo interrumpen.

Ante la decisión de la pareja de enfrentar el embarazo se les ofrece una atención diferenciada y de estar el caso entre las cuatro cardiopatías más complejas, que son la atresia pulmonar, transposición de los grandes vasos, síndrome de hipoplasia de las cavidades cardíacas izquierdas y la interrupción del arco aórtico, en el MINSAP se ha determinado que esos bebés nazcan en el Hospital Materno Infantil Ángel Arturo Aballí, de La Habana.

Pasadas las 36 semanas de gestación, la futura madre es enviada a la mencionada institución hospitalaria donde es ingresada y al parir se traslada al Cardiocentro de la capital en aras de realizarle la intervención quirúrgica de urgencia al recién nacido.

Es bueno conocer que este tipo de malformación y otras del tubo neural, y digestivas, pueden prevenirse con la ingestión de ácido fólico, incluso, antes de concebirse el bebé.