CAMAGÜEY.- Desde niña en su natal Vertientes, la médico veterinaria Petra Valdés García fue una apasionada por los animales. Sentía pavor cuando veía que agarraban una gallina para sacrificarla, pero con el tiempo se acostumbró a que las aves de corral formen parte del balance dietético en cualquier hogar cubano.

Todos los animales para ella tienen su encanto. Los perros, el más leal de los amigos del hombre; los gatos, convertidos en la mascota, o los pavos por co co cló que musicalizan el ambiente campestre o familiar.

Para la mayoría de los veterinarios el ganado equino ocupa un lugar especial por la multiplicidad de usos que le dan sus tenentes, en cambio, reconocen que muy pocos de sus propietarios cuidan de ellos con esmero.

 Carlos Linares, técnico de nivel medio en veterinaria, nunca ha montado un caballo, pero ha dicho que cuando se retire va a pedir un pedacito de tierra para verlos y contemplarlos.

 La clave para hacerle la vida más duradera a estos animales son: higiene, la buena alimentación, no sobrecargarlo de trabajo y evitar los castigos brutales, una de las causas de las críticas que hace la población.

La intersección de las calles San José y Bembeta es uno de los puntos de la ciudad de Camagüey en que más caballos caen en el pavimento. Allí hay cierto estancamiento de agua y parece que al afincar las herraduras pierden el equilibrio.

Los cocheros no perdonan. No pocos en lugar de apelar a la persuasión, no; sacan la cuarta y si no, arremeten con un palo o lo que tengan al alcance de la mano en el lomo del animal, o por donde mejor les parezca.

 En ese minuto no meditan la cantidad de viajes que les asegura en el día, los ingresos económicos, proporcionados por los caballos, las fatigas provocadas por el calor en pleno mediodía y el exceso de carga. Son ocho los pasajeros y no diez a transportar, factores que inciden en la salud del animal.

María Julia Ayala y Alina Rodríguez son dos camagüeyanas defensoras a ultranza de los animales. Hay que verlas cómo se ponen cuando abusan de los caballos, o se enteran de las sangrientas peleas de perros con fines lucrativos.

Foto: Orlando Durán Hernández /Adelante/ ArchivoFoto: Orlando Durán Hernández /Adelante/ Archivo

 Por el reparto Nadales vive un cochero que es todo lo contrario a esos insolentes que abusan de las bestias. Ese hombre posee dos ejemplares de equinos que no sobrecarga. Apenas termina la jornada de la mañana o la tarde coge un cepillo y baña al animal, en forma de caricias y no deja de cuidar la alimentación y los servicios veterinarios.

La insensatez de tales personas que, con crueldad, tratan a los perros, gatos y caballos, motivan hoy un rechazo generalizado de la población, incluso, es motivo de preocupación en las asambleas de análisis de la Reforma Constitucional. Referencias aportadas por la comisión que compila los datos, en Camagüey suman 34 los pronunciamientos, expuestos en ese escenario que reflejan el interés de miles de camagüeyanos.

 Los planteamientos propugnan que en un espacio del cuerpo legal de la Ley de Leyes aparezca una formulación sobre la protección de los animales, de la que se derive un artículo sancionador severo en el Código Penal.

 Adolfo Arregoitia Arce llamó por teléfono a este medio de prensa en un tono de arraigada inquietud. No por la limitación visual que lo acompaña desde la infancia, afección que no lo privó de convertirse en un excelente afinador de piano, sino para buscar, a quién recurrir para consultar de que manera puede la legislación proteger a los animales.

 Petra con 37 años de graduada como veterinaria y su apego también por la masa vacuna, después de jubilarse, volvió para no perder la costumbre de la pasión por el campo y sí por proteger a los animales

Foto: Otilio Rivero Delgado/ Adelante/ ArchivoFoto: Otilio Rivero Delgado/ Adelante/ Archivo

MARTÍ Y LA PROTECCIÓN DE LOS ANIMALES

De qué no escribió José Martí, nuestro Héroe Nacional. La consulta de fuentes favoreció el hallazgo en la Revista Cubana de Ciencias Veterinarias, Volumen 31 No: 1-2 de 2008, de un artículo poco conocido en el que el tema recurrente es la protección de los animales.

 La investigadora, médico veterinaria y Dra. María Gloria Vidal Rivalta, presidenta de la Comisión Nacional de Bienestar Animal, recoge en la publicación una panorámica de la visión que tuvo Martí a partir de un relato que elaboró para exaltar los valores de Henry Bergh,

 A ese amigo lo conoció en 1888 durante su estancia en Estados Unidos y fue defensor de cualquiera de las especies que circundan al hombre. El artículo periodístico fue remitido por el apóstol el 15 de marzo de ese año al director del periódico bonaerense La Nación.

 Al inicio dijo Martí: “Cuando, movidos a bondad por el terror, compartían los cocheros con sus caballos el brandy que reparaba sus fuerzas idas en el temporal de nieve; cuando al caer exhausto su percherón sobre la nevada, salta un carrero del pescante, le afloja los arneses, le pone por almohada la collera, lo abriga con la manta que carga para protegerse los pies, y se quita el propio sobretodo para echárselo por encima al animal, que le lame la mano; cuando los gorriones, desalojados por el vendaval de los aleros, eran tratados como huéspedes favoritos en las casas, y reanimados con mimo al fuego de las chimeneas; cuando un gato chispeante, loco de frío, hallaba refugio en los brazos de un transeúnte hospitalario, moría en Nueva York, pensando en las pobres bestias, un hombre alto y flaco, de mucho corazón y no poco saber, que pasó lo mejor de su vida predicando benevolencia para con los animales”.

 La elegancia en el lenguaje de Martí desborda su elocuencia. De ahí que sostuviera la prédica de Bergh: “que no se latiguease a lo caballos. Que no se diese puntapiés a los perros. Que no se ejercitaran los niños en enfurecer a los gatos. Que no clavasen a los murciélagos en las cercas, y le diesen de fumar. Que puesto que el hombre no quiere convencerse de que no necesita de carne para vivir bravo y robusto, ya que ha de matar las reses, las mate bien, sin dolor, pronto. Que el que trae tortugas vivas al mercado, no las tenga tres días sin comer como las tiene, sino aunque hayan de morir después, les dé algas y agua. Si las serpientes han de alimentarse con conejos vivos, que se mueran de hambre las serpientes”.

 Ante tanta maldad Bergh, un hombre de cuna rica, aprendió a emplear la ley como arma para la defensa de los animales “pues pocos en esa época –como se refiere en la publicación— resultaban prestarse como sus fieles defensores”. Martí denominó como favorecedores a aquellos pocos protectores, con manos que, noblemente, se tendían para brindar placer y atenuar el dolor a los animales.

Foto: Otilio Rivero Delgado/ Adelante/ ArchivoFoto: Otilio Rivero Delgado/ Adelante/ Archivo

PROTEGER A LOS ANIMALES NO ES NADA NUEVO

 Por curiosidad entre las numerosas publicaciones hallamos un trabajo de la joven periodista de Pinar del Río, Anelys Alberto Peña, del 2017, reproducido por granma.cu, titulado: “Del maltrato animal y su silencio”, que es recomendable leer, así como revisar los más de 70 mensajes recibidos y con diversos enfoques, pero con un denominador común: crear una ley de protección.

Sin embargo, más atrás, en el 2014, Yuniel Labacena Romero, periodista de  Juventud Rebelde, un enjundioso reportaje: “Maltrato no es solo pegarle a los animales”. Quiere esto decir que ha llegado el momento de tomar en cuenta este reclamo y que sobre los autores de los abusos contra los animales recaiga el peso de la ley.

Hay una declaración universal de los derechos al animal, promovido por la fundación Affinity en 1987 con un texto definitivo, adoptado por la Liga Internacional de los Derechos del Animal en Londres del 21 al 23 de septiembre de 1977, aprobada posteriormente por la Unesco y la ONU.

Grandes personajes de la historia han escrito sobre el tema: Kant, filósofo alemán: “Podemos juzgar el corazón de una persona por la forma en que trata a los animales”; Martín Luther King: “Más que de las palabras de los violentos temo el silencio de los buenos”; Mahatma Gandhi: “La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la manera que se trata a los animales”.

Fidel, en diferentes momentos, habló de preservar la naturaleza y las especies que en ella viven. En el segmento de alto nivel del VI Período de Sesiones de la Conferencia de las partes de la Convención Contra la Desertificación y la sequía, celebrada el primero de septiembre del 2003 en La Habana, sostuvo: “Sin educación no puede haber la necesaria y urgente concientización de la que hablo (sobre el cuidado de los recursos naturales). Una gran revolución educacional está, sin embargo, al alcance de los pueblos del mundo”.

 REQUISITOS PARA TENER UNA LICENCIA SANITARIA PARA POSEER UN EQUINO

 -Disponer de una cuadra

 -De la alimentación de equino

 -Drenaje para evacuar la orina.

 -Comedero y agua

 En las ciudades la observancia y exigencia es mayor. Requiere de la autorización, además, mediante un cuño emitido por Higiene y Epidemiología de Salud Pública.

 BIENESTAR ANIMAL: Incluye tres elementos: el funcionamiento adecuado del organismo (lo que entre otras cosas supone que los animales estén sanos y bien alimentados), el estado emocional del animal (incluyendo la ausencia de emociones negativas tales como el dolor y el miedo crónico) y la posibilidad de expresar algunas conductas normales propias de la especie. Según la Organización Mundial de la Salud Animal, un animal se encuentra en un estado satisfactorio de bienestar cuando está sano, confortable y bien alimentado, puede expresar su comportamiento innato, y no sufre dolor, miedo o distrés.

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