CAMAGÜEY.- Estudios encaminados a la explotación de fuentes de energía renovables se fomentan hoy en beneficio del desarrollo sostenible de Cuba, que procura cumplir con la agenda propuesta por las Naciones Unidas para 2030.

 Importantes investigaciones de la Universidad de Camagüey, dedicadas a la Ingeniería Eléctrica y Mecánica resultan "cruciales para las aspiraciones de la nación, que pretende alcanzar en 10 años el 24 por ciento de la producción de energía eléctrica a través del uso de fuentes renovables, con la creación de parques fotovoltaicos", sentenció el doctor en Ciencias, Neeldes Matos.

 Precisamente la institución, que se alista para celebrar en 2019 la Convención Científica y Tecnológica Internacional, debatirá en uno de sus simposios temas relacionados con sistemas eléctricos y fuentes renovables de energía, su eficiencia y gestión.

 La región que se extiende por 16 mil kilómetros cuadrados, la más grande del país, dirige sus planes de inversión hacia al uso de recursos naturales, por tanto en varias localidades figuran proyectos para la explotación de la energía solar con la construcción de tres parques fotovoltaicos en Minas, Sierra de Cubitas y la capital provincial.

 De acuerdo con la información ofrecida por especialistas del Sistema Energético Nacional, Cuba recibe una radiación solar capaz de generar cinco kilowatts/hora por metro cuadrado al día.

 Anualmente el implemento y gestión de estas tecnologías se incrementan a nivel global en un 20 por ciento en sus diversas manifestaciones, y la mayor de las Antillas enfatiza en la explotación de recursos como el sol, el viento, la biomasa y la hidroenergía.

La Comisión de Industria, Construcción y Energía del Parlamento cubano concluyó sobre la biomasa, que para el 2030 se prevén generar 30 mil gigawatt/hora al año, además del aporte de la energía eólica.

Asimismo se planifica instalar una capacidad de 656 megawatt en 14 parques, tres de ellos a través de créditos bancarios y 11 con inversión extranjera directa.

 Con el empleo de nuevas fuentes se dejarían de emitir a la atmósfera cuatro millones 463 mil toneladas al año de CO2, eminente contribución para mitigar los daños provocados por el cambio climático.