CAMAGÜEY.- Quien visita la campiña camagüeyana se percata de que la tradición de la ganadería en esta provincia no es, para suerte de nuestra identidad y economía, asunto del pasado. Allí están los números que no dejan mentir: el 27,4 % de la leche que se produce en Cuba sale de las ubres de nuestras vacas, y de los 10 municipios del país con mayor tasa de natalidad, seis son del territorio.

Es fácil ver como coexisten ganaderos de los chapados a la antigua y otros más “nuevos”, que migraron al campo con la esperanza de encontrar en ese camino mejoras para el bolsillo y que fueron beneficiados con la entrega de tierras en usufructo, o los que ya despuntan como continuadores de la herencia familiar.

En la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Reinaldo León Yera, de Najasa, encontramos esa mezcla: gente con muchas ganas de producir para el bien propio y de los demás.

DESAFÍOS

Los socios de la “Reinaldo León Yera” tienen este año serias aspiraciones de entregar a la industria láctea de la provincia un millón de litros de leche. Aunque su plan es de 922 800 litros, “están poniéndole con todo” para llegar a esa meta, aseguró a Adelante Orlando Manso Peña, presidente de la cooperativa.

Con el aporte de sus 122 asociados, entregan cada día un aproximado de 3 800 litros, acopiados en tres instalaciones que cuentan con termos de enfriamiento, ubicados en la comunidad La Sacra, en Providencia y en El Brazo.

El directivo insistió en que los resultados actuales se deben a las favorables condiciones meteorológicas y a la incorporación progresiva de un mayor número de fincas al doble ordeño: un promedio de siete litros de leche por las 548 vacas que hoy se encuentran en ordeño es un buen average.

Luis Enrique Estrada Olivera, propietario de la finca Dulce Nombre y Gilberto Olivera Fernández, de “La Carolina”, ambos productores de avanzada, confirmaron las ventajas del ordeño mañana y tarde y la necesidad de continuar mejorando la masa con animales de línea lechera. Los campesinos reconocieron que la incorporación de la inseminación artificial es aún una deuda.

De esos empujoncitos que hoy necesitan para poder producir más, también nos comentaron.

IMPULSO IMPRESCINDIBLE

Compromiso y deseos de trabajar no faltan en ese colectivo, pero no es suficiente, porque hay recursos necesarios que escasean para rendir más.

Orlando Manso está preocupado por los caminos, pues ellos arreglan hasta donde pueden, pero en tiempo de lluvia se hacen unos canarreos intransitables y toda la leche que se acopia en la CCS se traslada con tracción animal. “A veces los campesinos no pueden llegar hasta los puntos de enfriamiento y nosotros, aunque somos una cooperativa con buenos resultados, no tenemos ningún transporte a nuestra disposición”.

También comentó sobre la carencia de insumos ya que el Grupo Empresarial de Logística del Ministerio de la Agricultura (Gelma), único proveedor que tienen los campesinos, hoy no asegura lo que necesitan. Es notable, por ejemplo, la falta de alambre para poder acuartonar el ganado, botas para los ordeñadores, clavos y herraduras para los caballos y líquido (herbicida) para mantener limpias las fincas.

“Aun así, estamos trabajando por cumplir con el compromiso que tenemos de llegar al millón”, aseguró Manso Peña.