CAMAGÜEY.- Medidas de adaptación al cambio climático le permiten hoy una mejor panorámica ambiental a Camagüey, la provincia más extensa de Cuba, que muestra pasos de avances tras el paso del huracán Irma en septiembre de 2017.

De acuerdo con la especialista principal de la Unidad de Medio Ambiente del territorio, Irma Martín, la implementación del cronograma de acciones de la Tarea Vida, Plan del Estado cubano, "ha propiciado mejor control, y soluciones a los problemas pronosticados".

En una región que alberga poco más del 20 por ciento de las playas del país, la inspección costera resulta recurrente con la aplicación de multas a infractores por incumplimiento de normas técnicas que afectan la duna, de protección al suelo, así como el vertimiento de desechos.

Precisamente las medidas de mitigación tienen un cronograma de acciones para preservar incluso las 22 áreas protegidas con que cuenta la provincia.

"Apartado especial para la reforestación de los manglares, primera barrera de protección costera, planes que incluyen el cuidado de las fajas hidrorreguladoras", sentenció Martín

La evaluación de procesos erosivos, gestión ambiental, la flora y fauna, disponibilidad y uso eficiente del agua, acciones contra los efectos de la sequía, funcionalidad de los embalses, plantas purificadoras, también resultan prioridad para el Ministerio de Ciencia y Tecnología y Medio Ambiente (Citma) en esta región centro-oriental.

Las tareas ambientalistas incluyen la explotación de energía renovable con la construcción de parques fotovoltaicos, "que han permitido la reducción de gases contaminantes a la atmósfera en mil 357 toneladas de CO2", acotó la especialista.

Diversificar los cultivos, y mejoras de los suelos, introducir variedades resistentes al nuevo escenario de temperatura, acciones de conservación, control de epidemias e investigaciones para reducir las infecciones, así como la implementación de Sistema de Monitoreo de Alerta Temprana, también aparecen en la agenda del Citma.

En plena temporada ciclónica para el Caribe, instituciones gubernamentales y grupos de especialistas enfatizan en la percepción del riesgo en la población, y priorizan la formación sobre temas ambientales en la nuevas generaciones, especialmente en los municipios con litoral.