CAMAGÜEY.- Rafael Marcos Pimentel Pérez, actual colaborador cubano en Venezuela acababa de llegar del trabajo y se disponía a cambiarse de ropa para hacer ejercicios. Por un instante se entretuvo observando por la televisión un discurso de Diosdado Cabello, referido al apoyo de las medidas económicas trazadas por la Revolución Bolivariana. De momento sintió fuertes sacudidas como si alguien estuviera tirando del mueble y empezó a escuchar gritos.

En información ofrecida esta tarde de miércoles, vía Facebook, por Pimentel, especialista del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Camagüey en funciones de coordinador nacional del Programa del Buen Vivir para el Diabético en esa nación, narró: “Me percaté que estaba temblando la tierra. Me dirigí a la división de la sala y la cocina, observé que el tanque de reserva de agua del apartamento, de unos dos metros de altura por casi de uno de ancho se balanceaba fuertemente, ayudado por el movimiento de agua en su interior”.

Las circunstancias lo hicieron pensar rápido: se encontraba en un séptimo piso y tenía ocho por encima, lo que no ofrecía seguridad. En el acto bajó por la escalera, mientras vio a numerosos de sus compañeros que descendían también calmadamente.

“Al llegar al patio de los edificios ya estaba lleno de médicos, enfermeros, entrenadores de deporte, los compañeros de la prensa... todos con cara de susto. De repente, un colaborador de la misión eléctrica dice: ‘Libramos de esta’. Varios nos echamos a reír y se alivió un poco la tensión. Después, el obligado pase de lista preguntando por los demás”.

Pimentel cuenta que sobrevino el comentario sobre la fortaleza de las sacudidas, la llegada de noticias de los datos geológicos circulados por las redes, mientras llamaron, con dificultades a sus compatriotas ubicados en el oriente del país, hasta tener la certeza de que todos estaban bien.

La mayoría de los colaboradores que se hallaban cerca de Pimentel estuvieron como de dos a tres horas con sensación de hallarse sometidos a oscilaciones laterales. A él le dio trabajo dormirse, exaltado y preocupado.

Finalmente contó que hoy hubo otra réplica en la mañana, pero que están más tranquilos y preparados, listos volver a buscar refugio si lo necesitan.