CAMAGÜEY.- Compañeros de estudios de la antigua escuela profesional de comercio y de la lucha revolucionaria homenajearon a José Rodríguez Vedo (Tato), vilmente asesinado en la capital del país el 10 de julio de 1958.

Condiscípulos de él y combatientes de la lucha revolucionaria, se dieron cita hoy en la mañana en la calle Quiñones entre Rosario y Palma, donde vivió el mártir y existe una tarja de recordación. Fue una nueva oportunidad para resaltar las virtudes de aquel indomable joven.

Alfredo Aguilar Freixas, combatiente del Ejército Rebelde y de las luchas estudiantiles en territorio agramontino, destacó facetas de la vida de Tato, entre ellas la de ser amante de la práctica del motociclismo, así como sus empeños por derrocar la dictadura batistiana.

Más tarde, en el Museo Estudiantil Jesús Suárez Gayol, como parte de las actividades por la efeméride, se efectuó un conversatorio acerca de la trayectoria del mártir, junto a quien cayó asesinado también el avileño Pedro Martínez Brito.

Fuentes consultadas precisan que ambos se hallaban en un apartamento, ubicado en la calle B #459 entre 19 y 21, en el Vedado, donde son sorprendidos por la Policía. Al tratar de escapar saltando hacia un edificio contiguo, Tato es capturado y asesinado y su cuerpo arrastrado por fuerzas represivas. Martínez Brito sufrió igual vejamen, con la diferencia de que los asesinos lo bajaron escalón a escalón desde el tercer piso.

La Escuela Profesional de Comercio de Camagüey, fragua de jóvenes revolucionarios acogió a Rodríguez Vedo, quien nació en esta ciudad el 20 de febrero de 1939 y llegó a ocupar la responsabilidad de delegado en los cursos 1954 y 1955.

Al participar en la toma de ese centro fue golpeado por la policía. Poco tiempo después se vinculó a acciones contra el régimen sanguinario de Fulgencio Batista, desde las filas del Directorio Revolucionario en La Habana.

Viajó al exterior en la búsqueda de recursos financieros y de armamentos que sirviera para el fomento y creación del frente guerrillero del Directorio Revolucionario en El Escambray.

Se preparó para regresar al país en la Expedición de Nuevitas, que encabezó el Comandante Faure Chomón, pero sufrió un accidente automovilístico en Estados Unidos que le impidió hacer el viaje.

Según Aguilar Freixas, Rodríguez Vedo regresó clandestinamente en marzo de 1958 desde Miami por el aeropuerto Ignacio Agramonte de Camagüey.

El sepelio, celebrado en Camagüey, tuvo apoyo popular, mientras las fuerzas del régimen no se atrevieron a reprimir el cortejo fúnebre.