Camagüey.- El encuentro nacional de maestros queseros, concluido este sábado, dejó como saldo la necesidad de generalizar las buenas prácticas, elevar la calidad y trabajar para reducir la importación de este noble y codiciado producto.

El cierre de la jornada, desarrollada durante tres días, tuvo como escenario final la fábrica de quesos de Sibanicú, una de las siete industrias cubanas de la especialidad, sometida a un proceso de mantenimiento y modernización de las instalaciones tecnológicas, para cumplir con el pensamiento estratégico de Fidel, de aumentar los renglones productivos y evitar las erogaciones para adquirir quesos en el mercado internacional, hoy por unos 33 millones de dólares.

Durante unas cuatro horas los maestros participantes en el contacto observaron la destreza de Luis Álvarez Graverán, con 33 años en el giro en la producción del surtido Caribe de la fábrica Siboney del Complejo Habana y a Eric Hernández González del modelo Lucy de la planta de Artemisa, quien estuvo en el encuentro con Fidel de hace tres años

La fábrica de quesos de Sibanicú alcanza mensualmente una producción de de 72 toneladas, de diferente surtidos y con las mejoras que se introducen aumentará a 100, precisó Lorenzo Delgado Delgado, director de esa industria.

El director informó a Jorge Luis Tapia Fonseca, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y máximo dirigente político en Camagüey, que la proyección es dedicarse a producir queso duro y semiduro.

Alexis Gil Pérez, director general de la Empresa de Productos Lácteos Camagüey, dijo que la jornada se aprovechó para que ambos maestros habaneros dejaran el know how de la producción de quesos duros Siboney y Lucy.

De Camagüey participaron 23 maestros y se concedió a la capacitación un papel esencial, porque ello no es un gasto sino una inversión que a la larga recoge sus frutos.

Gil Pérez sostuvo que lo que más le gustó es: “nadie escondió sus secretos” y sostuvo: “el interés es que nadie crea que se lo sabe todo”.

Como parte de los aseguramientos de la industria Sibanicú se le ha entregado sistemas de frío, compresores, condensadores evaporativos, descremadoras, pausterizadoras y líneas de proceso del primer mundo, fruto de un crédito ruso recibido por el país.

Sobre la inocuidad de los alimentos, Camagüey ha certificado dos fábricas: La Vaquita y Guarina.

Si Camagüey ha logrado el proceso de mantenimiento rápido obedece porque se hace con los propios trabajadores, con lo que disminuye los costos y aumenta el valor agregado de la organización.

“Si a lo que usted sabe se le adiciona experiencia de otra persona, el conocimiento aumenta y al final se logra que en Cuba se rescate la vitalidad quesera que tanto Fidel abogó”, manifestó Gil Pérez.

Se espera para el 13 de agosto inaugurar una nueva nevera, con capacidad de 100 toneladas para queso.

Tapia dijo que este encuentro tiene que tener su impacto en el futuro de la economía, en reducir importaciones de queso.