CAMAGÜEY.- El sonido del bastón anuncia su llegada a cualquier sitio, ella no puede darte los buenos días como quisiera, camina en silencio e intenta descubrir lo que está a su alrededor porque es sordo-ciega.

En Camagüey son 64 las personas con deficiencia auditiva y visual; a la vez, las discapacidades dificultan en gran medida la comunicación, por lo que los trabajadores de la Asociación Nacional de Sordos de Cuba (Ansoc), de conjunto con la Asociación Nacional de Ciegos (ANCI) laboran para facilitar su integración a la sociedad.

Jorgelina Peláez Xiques, intérprete de la Ansoc provincial, comenta que lo más importante para facilitarles la cotidianidad es visitar sus casas y conocer su medio de comunicación, estar al tanto de su incorporación a la escuela o el trabajo y de la relación con los familiares. Esta es la mejor forma de constatar cómo es su vida diaria. Además, que los visiten constituye un elogio.

Las personas que padecen sordo-ceguera poseen prioridad para la entrega del carné de asociado a la institución, y la obtención de prótesis auditivas o espejuelos. “Las prótesis han favorecido el intercambio entre los discapacitados y sus intérpretes, pues algunos tienen restos auditivos o visuales, y con dedicación logramos orientarlos y llevarles las señas a su limitado campo visual”, explicó Peláez Xiques.

Los sordo-ciegos cubanos reciben ayuda que les permite vivir con su discapacidad. El Estado les proporciona centros especializados donde los enseñan a ser independientes, en los cuales les imparten cursos de Braille, lo que les posibilita el vínculo con las letras, y posteriormente pueden cursar una carrera universitaria, en dependencia de las habilidades que desarrolle cada cual.

“En el caso de los que están en edad laboral se les posibilita realizar labores que no impliquen peligro para su salud, por ejemplo, en la confección de alfombras y forros con retazos de telas, en talleres habilitados, donde se les paga un salario mensual por la norma que cumplen”, anunció Raquel Amador Aguirre, funcionaria de la Ansoc.

Cada 27 de junio se celebra a nivel internacional el día de las personas sordo-ciegas, tomémoslo como punto de partida para ofrecerles mayor sensibilidad y respeto, esta es una tarea que debemos proponernos todos, porque ellos no escuchan o ven el mundo de la misma forma que nosotros, pero sienten, y es nuestra oportunidad mostrarles un modo diferente de entender la vida.