CAMAGÜEY.- ¿Quién lo diría? Hace apenas cinco años los radares meteorológicos acechaban cada día las nubes en busca de una oportunidad para anunciar la llegada de las lluvias. Hoy buscan una brecha entre las vaguadas para un respiro a tanta tormenta e inundaciones en el país. Hasta los finales del 2017 nuestra provincia debió enfrentar cuatro años de tan intensa sequía, que hizo descender hasta un peligroso 24 % el llenado de los embalses.

Dramatismo aparte, el ciclón Irma, que pasó en septiembre de ese año, nos hizo el favor de aumentar la capacidad de llenado en poco tiempo, y en una secuencia de película se avecindaron lluvias que ya, y en lo que va de este calendario, se logra una recuperación importante en todos los embalses de la provincia.

En una reciente sesión periodística con el Consejo de la Administración Provincial de Camagüey, la ingeniera Alina Leal González, titular en Camagüey de la Delegación Provincial del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, al pasar revista al comportamiento húmedo de enero y febrero, meses habituales de seca, dijo que en este período hubo una conducta irregular con las precipitaciones en la provincia, pues llovió incluso por encima de la media histórica no prevista para estos meses, y aun en abril, un entretiempo preámbulo de primaveras, el territorio acumuló un 277 % por encima de la media histórica, lo que permitió importantes recuperaciones, y aunque hasta ahora junio no reporta para la provincia lluvias significativas, algunos municipios han tenido altos niveles, como Sierra de Cubitas, Esmeralda y el sur de Florida y Vertientes, por lo que se ha logrado un nivel de 728,8 milímetros, para el 57 % de la media histórica del año, que es de 2 283 mm.

Respondiendo a preguntas de la prensa, la ingeniera Leal, ante las expectativas de una activa temporada ciclónica por venir, dijo que el Grupo para el Uso Racional y Productivo del Agua, conjunto técnico que monitorea toda la situación de los embalses, mantiene permanente comunicación con Meteorología, a fin de conocer el comportamiento de las variables en la provincia.

En el caso de la situación de los 54 embalses que en la provincia administra Recursos Hidráulicos, la titular dijo que en estos momentos esos reservorios se encuentran a 90,3 % de llenado, o sea, que de un millón 209 000 metros cúbicos de agua almacenada, contamos con un millón 093, lo que significa el 90,3 %. “De estos 54 embalses, 37 poseen un volumen superior al 80 % de su capacidad, otros 10 están entre un 50 y un 80 %, siete entre un 25 y un 50 %. En resumen, que no tenemos ningún embalse por debajo de un 25 % de llenado”, y agregó  que del total, 27 se encuentran vertiendo en estos momentos.

Al reconocer la situación constructiva de los embalses, la delegada de Recursos Hidráulicos informó que de los 54 ya relacionados, 42 están calificados de bien por su estado técnico; otros ocho regular y cuatro evaluados de mal. “Estos cuatro están en prevención hidrológica, explicó Alina Leal, lo que requiere que a partir de la situación que puedan tener se decidió reducir sus capacidades de embalse y mantenerlos en niveles de hasta un 50 %, previendo que alguna avenida por intensas lluvias pudiera provocar algún daño. En el caso de los que están en estado regular hoy se trabaja en el nudo hidrorregulador de Las Flores, en el tramo de San Miguel-Nuevitas, donde debido a las intensas lluvias y el paso del huracán sufrió afectaciones de filtración. Hoy la Brigada de Aprovechamiento Hidráulico trabaja para mejorar el estado técnico del aliviadero y la corona”.

Un importante tema para los acuíferos de la provincia esta representado por las 12 presas destinadas al abasto de la población, las que para estos instantes y debido al intenso período lluvioso que nos ha antecedido, se encuentran con 284,5 hectómetros cúbicos de agua, o sea, el 84,2 % de llenado; es por esas causas de exceso de agua que hoy vierten el embalse de Jimaguayú, que es el mayor de la provincia; Caonao, que abastece a Florida; Tínima y Máximo, para Camagüey; el hidrorregulador Las Flores, que tributa a la ciudad de Nuevitas, y Santa Lucía y La Atalaya, que es alternativa para la agricultura y el abasto de agua a la población de Nuevitas.

Sobre las 154 micropresas atendidas por diferentes organismos, entre estas 114 del Ministerio de la Agricultura y otras 33 a la Empresa Azucarera Azcuba, se informó que el estado constructivo de cada una  se califica de regular a malas, con los casos críticos de San Antonio, La Hormiga, Redención y Gurugú; en el territorio de Najasa, Revolico 38 E, y en el municipio de Camagüey las micropresas de Sabanilla 82 B y Tinima 6. Estos son, entre otros pequeños embalses, con los que se trabajado para su recuperación con medidas urgentes.

Finalmente la ingeniera Leal llamó la atención sobre violaciones e indisciplinas sociales que se producen en los aliviaderos de las presas por algunos que, dedicados a la pesca, olvidan los peligros de la turbulencia y profundidad de las aguas en esos sitios, donde acuden muchas personas, incluyendo menores de edad. Del caso, advirtió, se ha dado cuenta a las autoridades de cada territorio correspondiente.