CAMAGÜEY.- Desde este lunes 23 y hasta el 28 de abril tendrá lugar la segunda etapa de la 57 Campaña Nacional de Vacunación Antipoliomielítica, vía oral, la que coincide con la 16 Semana de Vacunación en las Américas.

Unos 24 679 niños camagüeyanos desde un mes de nacidos hasta los dos años, 11 meses y 29 días serán beneficiados con la segunda dosis, luego de recibir la primera en la etapa de febrero-marzo último; además, a alrededor de 8 445 menores de 9 años, 11 meses y 29 días igual se les reactivará con una dosis.

El principio fundamental que se persigue en Cuba es defender ese logro alcanzado, que fue eliminar la poliomielitis, opinión ofrecida por la doctora Alina Tejeda Fuentes, responsable provincial de Inmunización del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología (CPHEM), y resaltó que desde 1962 hasta el cierre del pasado año fueron suministradas unas 84 700 000 dosis de esta vacuna, lo que originó la protección de la población cubana menor de 70 años.

Hizo hincapié la también especialista en Medicina General Integral (MGI) y en Higiene y Epidemiología, en las precauciones, como que el inmunógeno no debe ser aplicado con fiebre de 38 grados Celcius o más, si el infante padece de vómitos o diarreas, y esperar 30 minutos antes y después de la vacunación para tomar agua, e igualmente no suministrarla en niños inmunodeficientes, pero sí puede coincidir con las otras del esquema del programa de inmunización, y que evitan 13 enfermedades prevenibles.

Como mismo sucedió en la primera etapa —del 26 de febrero al 3 de marzo— al terminar esta se contará con una semana de recuperación para aquellos no vacunados por las causas descritas.

En Cuba, su sistema de Salud conserva eliminadas seis enfermedades prevenibles, mediante vacunas, e incluso, ciertas formas graves de otras, lo que se alcanzó en el país en la fiebre amarilla —1908— y la viruela —1923—, o sea, antes de 1959.

Dio a conocer que el tétanos, la meningitis por Haemophilus influenzae tipo b, la fiebre tifoidea y la enfermedad meningocócica dejaron de constituir un problema de salud al presentar tasas inferiores a 0,1 x 100,000 habitantes, mientras la Hepatitis B ha reducido su morbilidad y su mortalidad durante este período.