VERTIENTES, CAMAGÜEY.- Alrededor del 19% de los vertientinos tienen o sobrepasan los 60 años de edad y ello constituye un reto para las autoridades políticas y gubernamentales, así como administrativas, pero sobre todo, para el sector de la Salud.

Garantizar programas de atención atemperados a las necesidades de ese grupo etario es uno de los principales desafíos en un municipio con 9 687 adultos mayores necesitados de más accesibilidad a un sinnúmero de servicios y que, muchas veces, no cuentan con todo el apoyo de la familia.

Teniendo en cuenta esa realidad, en el territorio se brinda ayuda a más de 1 500 ancianos que viven solos, mientras una cantidad similar percibe la asistencia domiciliaria, ya sea a través del Sistema de Atención a la Familia o mediante la asignación de cuidadoras.

A modo de facilitar algunas prestaciones a quienes transitan por la vejez, en Vertientes también está implementado el pago a domicilio de chequeras y pensiones, a cargo de la Empresa de Correos, así como el servicio de mensajería de farmacias a las viviendas y a las casas de abuelos.

La asistencia social para auxiliar a quienes presentan mayores dificultades económicas y materiales es otro de los beneficios dirigidos a personas de la tercera edad, precisó la licenciada Yanet Ojeda Rabasa, asesora del programa de atención al Adulto Mayor en la dirección municipal de Salud Pública.

Por esa vía, explicó Ojeda Rabasa, más de 200 postrados y encamados reciben el módulo de productos de aseo y avituallamiento, mientras casi 400 se incluyen en el llamado plan Mincin-Minsap, mediante el que les entregan jabón de lavar y de baño.

El programa de atención al Adulto Mayor tiene su principal fortaleza en las instituciones de salud y sus trabajadores, pero también corren con una alta cuota de responsabilidad organismos como cultura y deportes, que deben materializar en las estructuras gubernamentales de base acciones para la protección integral a un grupo poblacional que va en aumento.