CAMAGÜEY.- Aunque la comparación parezca un dislate, en el Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) en la provincia, y en Cuba, sucede algo similar a las marcas deportivas, que llegan a un punto en que para implantar un nuevo récord pasan demasiados años.

El 2017 finalizó con una tasa de mortalidad infantil en la provincia que quedará para la historia, y pese a que los trabajadores de la Salud a cargo y la comunidad no tienen brazos literalmente hablando, cabe la expresión de que estos no pueden permanecer cruzados. Siempre hay más por hacer.

Uno de los aciertos del pasado calendario: invertir recursos en aras de mantener en buen estado las estructuras donde ocurren procesos médicos importantes, como son el confort en las unidades quirúrgicas, en las de las terapias intensivas, de neonatología, con el concepto de que sean cumplidos los estándares necesarios para ofrecer servicios con calidad. En esto tiene que ver igual la constante capacitación del personal de salud involucrado. Ambas estrategias continuarán este año.

Para el actual 2018 la propuesta es sostener dichos resultados, de manera tal que se logre la sobrevida de los niños, y por encima de todo, con una adecuada calidad. El sistema de salud cubano se mantendrá al tanto y garantizará lo que esté al alcance del Estado, con vistas a aumentar el bienestar de la población, por supuesto, sin separarse del apoyo de la comunidad, sus organizaciones de masa y el sector educacional.

Más no todo es satisfactorio. La cantidad de embarazadas adolescentes preocupa. El pasado año en el “Ana Betancourt” se reportaron 1 219 interrupciones de embarazos y 1 108 partos en esas edades, igual creció el número de hipertensas y de obesas, de estas el 40 o 50 % se complican por hipertensión, diabetes, y otros problemas alarmantes.

El aborto voluntario no puede ser una medida para deshacerse de un hijo no deseado. Para evitarlo están los dispositivos anticonceptivos, el preservativo, que además impide las enfermedades de transmisión sexual, y la llamada pastilla del día después, que radica en la anticoncepción de emergencia. Su nombre es Levoemer, hay en todas las farmacias a un costo de 25 centavos en moneda nacional,  no se necesita de receta médica, ni ser mayor de edad para adquirirla. Si alguien mantuvo una relación sexual no protegida, enfrentó un percance en el uso del preservativo o piensa en la posibilidad de un embarazo por la fecha tiene esa opción.

Para evitar el embarazo en chicas tan jóvenes se necesita de la comunión de la familia, las tareas educativas por parte de Salud Pública y Educación, sin tabúes porque en el sistema educacional se registran alrededor de 200 en estado de gestación, mientras llegan a unas 2 000 de manera general, o sea, que un número nada despreciable dejó los estudios por tal causa, y ese es otro problema.

El seguimiento que se brinda en la comunidad, con la mayor responsabilidad en la atención primaria de salud, con sus médicos y enfermeras de la familia al frente es vital. Así se conoce el estado nutricional del infante de acuerdo con su edad, si resulta beneficiado con la lactancia materna y es chequeado el cumplimiento del esquema de vacunación.

Algunas defunciones en pequeños de todos sus grupos de edades estuvieron dadas por los accidentes por colecho, del tránsito o electrocutación y en esto el papel de la familia determina.

Acerca de las enfermedades infecciosas y la necesidad de evadirlas, aparte de mantener bien nutrido al niño y vacunado, no debe llevarse a las tiendas, ni a los conciertos, estadios, o a fiestas populares, tampoco besarlos en exceso, menos aún cuando el otro enfrenta procesos respiratorios.

El Hospital Materno Infantil, donde se registra el 80 % de los partos de la provincia cerró el 2017 con una tasa también histórica. Ello trae aparejado un reto enorme, sobre todo en la perfección del trabajo alrededor del momento del parto, mejorar el manejo de la hipertensión en las embarazadas, ir hasta el detalle en el diagnóstico precoz de las malformaciones congénitas y la labor con los niños de muy bajo peso al nacer. Sin lugar a dudas la disminución de las cesáreas en más de un cinco por ciento redujo la cantidad de mujeres complicadas.

Los hogares maternos, insuficientes para la provincia, en opinión de los expertos no desempeñan en toda su magnitud el papel para el que están concebidos.

Todo esto quiere decir que, en efecto, el listón está alto, pero puede mantenerse nuestra marca espectacular, e incluso, exhibir otra aún mejor.