CAMAGÜEY.- Autoridades de la provincia implementan un programa de recuperación de las capacidades productivas de materiales de la construcción. El compromiso es revitalizar la infraestructura que por más de veinte años estuvo detenida y satisfacer con ello las demandas de los camagüeyanos.

La idea consiste en hacer funcionar varios centros que en su momento fueron altamente efectivos como el Tejar Jorge Osvaldo Galindo, un combinado cerámico ubicado en el municipio de Guáimaro, donde se llegaron a producir ladrillos, bloques, tubos de cerámica, entre otros.

Tapia Fonseca , durante un recorrido por instalaciones para la fabricación de materiales de la construcción .Tapia Fonseca , durante un recorrido por instalaciones para la fabricación de materiales de la construcción .

“Nuestra provincia siempre fue alfarera y queremos recuperar esa tradición. El potencial productivo es inmenso y de retomarlo, cumpliríamos con las demandas del territorio e incluso fuera de este”, enfatizó Jorge Luis Tapia Fonseca,miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y primer secretario en el territorio.

Este jueves un grupo de funcionarios del Gobierno y directivos de entidades responsabilizados con la tarea, visitaron las principales plantas de fabricación para asegurar ese propósito.

Para ello las autoridades cuentan con el apoyo de otras empresas en el territorio, las cuales laboran en conjunto para incentivar el desarrollo local. Esta iniciativa que se convierte además en prioridad para Camagüey, también es una oportunidad para generar más empleos

En Guáimaro, por ejemplo, se constató que de una capacidad de producción de entre 30 mil a 40 mil bloques mensualmente, hoy se fabrica solo la mitad, debido al deterioro progresivo de sus instalaciones.

Tapia Fonseca y los demás directivos, inspeccionaron otras plantas similares como las areneras de Cascorro, de Guáimaro, y la "Ángel Montejo", de la localidad de Camujiro, en el municipio cabecera.

Durante el recorrido también conocieron el estado del tejar Las Mercedes y la fábrica Antonio Suárez Domínguez, pertenecientes a la Industria de Materiales de la Construcción, donde se elaboran ladrillos refractarios y bloques de cerámica roja, muy apropiados para la construcción de viviendas.