CAMAGÜEY.- Alrededor de cuatro mil metros de frentes de playa se rehabilitaron en esta provincia, como parte de un monitoreo que se desarrolla en el territorio desde 2007 para preservar ese valioso recurso medioambiental.

El balneario de Santa Lucía, ubicado en el norte camagüeyano, ha sido beneficiado hasta el momento con diversas acciones incluidas en el programa nacional de mantenimiento de playas, que busca rescatar la vitalidad de esos entornos tan importantes por la riqueza de flora y fauna que atesoran.

Rebeca González López del Castillo, especialista del Centro de Investigaciones del Medio Ambiente de Camagüey (CIMAC), que lidera ese monitoreo, explicó que se han intervenido aquellos sectores con una mayor carga por la acción del hombre y la erosión costera.

Los sectores hoteleros soportan un impacto durante todo el año por la actividad turística, por tanto allí se concentraron las acciones más significativas para la rehabilitación, añadió la investigadora, responsable de la gestión ambiental en Santa Lucía por el CIMAC.

La reconstrucción de las dunas fue el encargo mayor, pues se encontraban aplanadas, sin la altura necesaria para mantener el equilibrio en la dinámica costera, además de la demolición de estructuras sólidas que existían sobre la duna en otras zonas de la playa, refirió.

En la zona hotelera también se construyeron pasarelas para el adecuado acceso a la franja de arena, y se trabajó con la vegetación para eliminar especies invasoras y sembrar plantas propias del ecosistema como el boniato de playa y el mate de costa, que retienen el sedimento y revierten la erosión.

La recuperación de esos entornos no solo cambió la imagen de las áreas donde se intervino, sino que además las protege de los eventos climáticos adversos, como sucedió con el reciente huracán Irma, cuyo impacto en los complejos turísticos fue mínimo, consideró la especialista.

Según datos publicados por Cubadebate, Cuba tiene 500 playas arenosas y el 82 por ciento de ellas muestra inicios de erosión, con retrocesos en la línea de costa que promedian 1,2 metros por año, con la pérdida de superficies útiles para la recreación y un correspondiente impacto negativo en las actividades turísticas.

La necesidad de conservarlas, recuperarlas y mantenerlas está reflejada en la Tarea Vida. Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático, estrategia aprobada por el Consejo de Ministros el 25 de abril de 2017.