CAMAGÜEY.- Nuestro país tendrá que ser de hombres de ciencias dijo Fidel, otra vez con esa luz de futuro trazó un camino que recorren hoy los jóvenes dedicados a la producción de ciencia, lo mismo en una universidad que en una termoeléctrica y hasta en una granja dedicada a la producción de granos.

Doce de estos jóvenes fueron reconocidos por sus resultados e investigaciones este lunes 15 de enero, Día de la Ciencia en Cuba, con el sello Forjadores del Futuro que otorga las Brigadas Técnicas Juveniles, el movimiento científico de la Unión de Jóvenes Comunistas.

Tras concluir la ceremonia realizada en el Salón de Protocolo Nicolás Guillen, de la Plaza de la Revolución de esta ciudad, Adelante Digital conversó con algunos de los galardonados.

Para Osvaldo Nápoles Abreu, profesor de la facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria de la Universidad de Camagüey, constituye un motivo de regocijo recibir el sello, “es el resultado de mis investigaciones desde la tesis de diploma hasta ahora, fecha en la que ya adelanto el doctorado”, dijo.

“No es un resultado individual, hoy es muy difícil hacer ciencia sino es en colectivo. Mi investigación tiene que ver con la producción de alimentos, desde los gobiernos locales como crear un sistema que acopie la leche de cabra sin mezclarse con otras, pues tiene tremendo potencial nutritivo y no se aprovecha del todo”.

“Ser hombres de ciencia, va más allá de ser un científico, pues esa ciencia en Cuba es comprometida con la revolución, con los problemas reales que necesita resolver nuestra sociedad”, agregó

Por su parte “Trabajo en el mejoramiento genético de los granos, hay que estar innovando todo el tiempo, principalmente el arroz y el maíz. Allí busco adaptar tecnologías extranjeras a las cubanas dijo.

Para las muchachas de Ciencias Médicas, lo más importante ha sido su investigación, ellas buscan prevenir en la edad de 0 a 1 año de vida la recopilación de todas las vías y síntomas que pueden afectar al bebé, con ese estudio se gana tiempo y los resultados son satisfactorios. Yoel Núñez si tiene más experiencia en esto, es de Nuevitas y trabaja en la batería de grupos eléctrogenos del norteño territorio. Con las bombas y las purificadoras que recuperó, el país se ahorró 500 mil USD y 100 mil dólares.