GUAÍMARO, CAMAGÜEY.- Justo en la tierra de la primera Constitución de la República de Cuba en armas, junto al pueblo que, siguiendo el ejemplo de los bayameses, prefirió quemar sus casas antes de caer en manos enemigas, en la tarde de este sábado, el Camagüey de Ignacio y Amalia recibió la Llama que eterniza al Apóstol, al más universal de los cubanos, a Martí, esta vez fueron jóvenes, tan jóvenes como aquellos que no lo dejaron morir hace 65 años y ahora con la Luz de sus Ideas se enrumban por el camino de la continuidad.

Cinco faroles encendidos en Santa Ifigenia, Santiago de Cuba, lugar donde reposan además de Martí, el Comandante invicto Fidel, Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales, ahora recorren toda la isla, sumando jóvenes por una causa, la única, la de seguir siendo libres e independientes. Así lo ratificó Yanixia Rivero Góngora, primera secretaria del comité municipal de la Unión de Jóvenes Comunistas en Guáimaro.

“La llama que recibimos hoy en Camagüey representa nuestro compromiso con aquellos hombres y mujeres que respondieron al llamado de Fidel para construir un país diferente, un proyecto de nación”, enfatizó, la dirigente juvenil.

Los 25 jóvenes siguieron camino hacia la ciudad cabecera, en Sibanicú el pueblo salió a darles la bienvenida, ellos abandonaron los vehículos y marcharon junto a los sibanicuenses hasta la salida del pueblo.

Ya en la cuidad de Camagüey, frente al busto que recuerda otro joven martiano de nuestra historia, Julio Antonio Mella, los esperaba otro grupo de camagüeyanos, para partir al lugar donde reposará esta noche, el centro mixto que lleva el nombre de su gran compañero de batallas, Máximo Gómez.

Allí los jóvenes, en vigilia, rendirán tributo al Héroe Nacional durante toda la noche, para mañana partir hacia los límites con Ciego de Ávila, antes llegarán a la comunidad Irma conocida como “La por Fuerza”, en Florida, donde realizarán una intervención comunitaria, alegrarán corazones y enriquecerán almas.

La llama llegará a la Habana el próximo 27 de enero, con ella se iluminarán las antorchas que descenderán una vez más por la histórica escalinata de la Universidad de la Habana, para como hace 65 años ir hasta las Canteras de San Lázaro, el lugar donde estuvo recluido nuestro Martí por sus ideas independentistas.

Esta vez habrá una diferencia, las Antorchas ya no serán para defenderse de la policía de la dictadura, ahora serán para decirles al mundo que hemos cumplido con nuestro Pepe, que hemos construido la nación que tiene como ley primera el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre y que seguiremos nuestro camino al futuro con la luz de sus ideas.