Ella fue de irse a vivir en fincas de turno por verlo, de parirle hijos allá. Él, de reciprocarle en los descansos del combate cartas de amor insondable, y de mantenerse leal a su devoción por ella a tal punto que los hombres de su caballería confesarían muchos años después, a la pluma de Martí: "A su mujer, ¡cómo la quería aquel hombre!"

Será por perseguir la estela de una pasión así cada 1ro de agosto muchachas y muchachos del ahora pujan para celebrar boda propia en la misma fecha en que Amalia y su Ignacio contrajeron matrimonio en 1868.

De entre muchas parejas que se apuntan a la idea, por méritos personales y solidez de la relación de noviazgo se escogen anualmente a una o dos para celebrar nupcias que, además de sellar legalmente su unión sirven de homenaje humanísimo a la memoria de la pareja icónica del independentismo decimonónico cubano.

Este 2014 parece ser el año de la medicina: los doctores Jorge Enrique García Pérez y Yadira Domenech Estévez y los estomatólogos Renzo Costa Rodríguez y Yainet González Miranda firmaron el sí , en la Casa Quinta, acompasados por las notas de El Mayor de Silvio en versión de la Orquesta de Cámara.

Esperemos que sean ellos, como los amantísimos Simoni y Agramonte, eternos novios, compañeros, amigos, cómplices, buenos cubanos, devotos padres, gente que luche codo a codo porque respire y tenga vida larga aún esa célula cada vez más frágil que nos va siendo la familia.

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