CAMAGÜEY.- La denuncia anónima llegó a manos de los auditores el pasado 7 de diciembre de manera subrepticia, mientras tenía lugar la inspección de la XII Comprobación Nacional de Control Interno en la Empresa de Gastronomía del municipio de Camagüey. El documento consignaba el desvío de tejas de cinc galvanizado y ventanas metálicas.

Era un mal síntoma en materia de control; pero no quedó allí, la cuestión se agravó. Los auditores detectaron el incumplimiento de las más elementales normas logísticas de almacén y, por si fuera poco, la ausencia de documentos primarios; lo narrado hasta aquí presupone la creación de condiciones para un presunto delito, pendiente de esclarecerse.

Alguien puede preguntarse: ¿Qué tiene que ver la gestión de la gastronomía con ventanas y tejas si su objeto social es comercializar alimentos? Tales recursos los adquirió la entidad para inversiones o mejoras de inmuebles. La recepción de la mercancía tiene que ser compatible con la salida de almacén y el destino final. De lo contrario, más que alimentos o tejas y ventanas en ese almacén, lo que pudiera haber son gatos encerrados.

En la ejecución del trabajo de la inspección se revisaron las operaciones contables de la dirección de la Empresa y de la Unidad Básica de Aseguramiento en el período de enero a septiembre del 2017. Para lograr una mejor precisión, fue imprescindible revisar documentos de etapas previas y posteriores, tanto de este asunto en particular y cuantos puntos comprendía la agenda de los auditores.

Guerra avisada no debe de matar soldados, dice el refrán popular. No obstante a saberse con suficiente antelación el proceso exploratorio del control administrativo de los inventarios, en particular de los ociosos y de lento movimiento, en la práctica quedaron demostradas insuficiencias.

Más de una vez se ha hecho público que los inventarios constituyen fuente del plan de la economía 2017 y 2018, de modo que el país desembolse solo las finanzas imprescindibles para la compra de bienes de consumo o intermedios, teniendo en cuenta los productos almacenados.

En el actual año no se tuvo en cuenta, pero ya para el 2018 se acogió a las orientaciones emitidas por su organismo superior, de acuerdo con lo establecido en la Resolución 498 del 2016 del Ministerio de Finanzas y Precios y la 156 del 2007 pertinente de Economía y Planificación. Esta última aborda las indicaciones metodológicas para la elaboración del plan de la economía 2018.

Para los auditores, supervisores, representantes del puesto de mando, creado para la comprobación, directivos, funcionarios y trabajadores de la Empresa de Gastronomía quedaron transparentes las causas y condiciones que incidieron negativamente en el funcionamiento del Sistema de Control Interno asociado al tema de los inventarios.

Son: la deficiente revisión de las operaciones contables y de conciliación entre las áreas, el no completamiento de la plantilla de cargos en el área económica de la empresa y de la unidad de aseguramiento, inestabilidad y desconocimiento del personal de las áreas que interactúan en los diferentes procesos y negligencia de cuadros y funcionarios del área contable y logística.

Además, a las anteriores razones se suman la inobservancia de las legislaciones en los temas revisados, falta de seguimiento a deficiencias determinadas en acciones anteriores y carencia de efectividad en los controles que realiza la empresa.

¿Quién puede dudar que estos errores no estén presentes en otras entidades? No sería ociosa una autorevisión para determinar el estado de salud de la economía en el sistema empresarial y presupuestado, de modo que se evite que el papel aguante todo lo que le ponen en detrimento del desarrollo armónico de la sociedad.