CAMAGÜEY.- Luego de cuatro meses sin prestar servicios, el Bar Casino reaparece en el itinerario gastronómico de los habitantes de esta ciudad, remozado, pero ahora con el reto de satisfacer los paladares lugareños desde el modelo de gestión por cuenta propia.

El establecimiento, situado en la concurrida Avenida de la Libertad, entre Humboldt y F. Rodríguez, fue sometido a un cambio de imagen que incluyó “la reparación del piso, el baño, el techo, el sistema hidráulico y su ambientación. Mejoramos las condiciones del inmueble, sin embargo, pretendemos respetar su objeto social como cafetería”, declaró a Adelante Digital, el administrador de la entidad, Israel Grenidge Salomón.

Con sus puertas abiertas las 24 horas al público, el local propone desde la barra, ofertas de rones, cervezas, maltas, cigarros y confituras, mayoritariamente de fabricación nacional. También, en las mesas aledañas, los comensales pueden degustar de otras opciones como desayunos, entremeses, cocteles y comidas.

“Para aquellos clientes que deseen disfrutar de nuestros platos sugerimos las completas de bistec de cerdo que, además, contienen congrí, vianda frita y ensalada mixta, por un precio de 50 pesos”, dijo Israel.

Uno de los cocineros del establecimiento, Luis Alberto Torres, señala, entre la gama de elaboraciones, el plato distintivo del establecimiento: “El pollo frito al ajillo ha gozado de mucha aceptación en la unidad. Para prepararlo freímos el pollo y le echamos luego una salsa de ajo que el cliente puede utilizar para combinar con el resto de los alimentos. Tiene un valor de 60 pesos porque se le agrega congrí, vianda frita y ensalada mixta”.

Agregó el administrador del sitio que existe la posibilidad de que, para incrementar los sabores y sumar un nuevo atractivo a la mesa, se adicionen a la oferta productos del mar como pescados y cocteles de mariscos.

El Bar Casino, con apenas unos días de haber reiniciado su marcha se propone, con ocho trabajadores especializados en la gastronomía, conquistar al público de Camagüey con nuevas sensaciones gustativas. Durante su accionar podrá servir, también, como un ejemplo de viabilidad en la generación de ingresos al estado a través del arrendamiento de locales a cuentapropistas. El tiempo, los menús, la calidad y los clientes, dirán la última palabra.