CAMAGUEY.- Los integrantes del Proyecto de la dieta macrobiótica, destinado a mejorar la calidad de vida de las personas con una alimentación sana, intercambiaron experiencias y prácticas culinarias desde su sede, en la Casa Natal Carlos J. Finlay, de esta ciudad, como parte de las actividades que se realizan en ese centro por el aniversario XV de su fundación.

Comenzó el encuentro con la muestra de especias, plantas y raíces que comúnmente emplean los miembros de la iniciativa en la elaboración de sus comidas, según su enfermedad, y atendiendo los cinco niveles dietarios –el primero, quinto y tercero, curativos, y el cuarto y quinto, preventivos- que se les diagnostican para enfrentarlas.

La presentación del plato de arroz integral con pollo, de Gladys Pérez Nápoles, los frijoles dormidos, de Gregorio Hidalgo Vera y el arroz integral con garbanzo y maíz de Rene Perera Díaz, reflejaron la utilización de las legumbres y condimentos naturales como una opción viable al exceso de ácidos y carbohidratos que, por lo general, componen la nutrición del ser humano en la actualidad.

“Además de elaborar un diagnóstico específico para los pacientes, tratamos que ellos tomen conciencia de cuán perjudicial es el consumo de los productos que contienen los conservantes, edulcorantes y aditivos químicos. Educamos también a preparar los alimentos a partir de su valor nutricional y a ingerirlos y combinarlos de la manera más adecuada”, declaró a Adelante Digital el coordinador del proyecto, Manuel Azán Marín.

Uno de los practicantes de la dieta macrobiótica, Rafael Duarte Peleteiro, refirió los cambios que ha traído para su salud: “Yo padezco de cáncer de pulmón y desde que comencé en el grupo la mejoría ha sido notable. Lo más importante de todo es mantener tu disciplina alimenticia, porque una vez que renuncias a ella, los logros pueden revertirse”.

“En esta iniciativa, que se realiza los primeros miércoles de cada mes en este centro, tratamos varias clases de cáncer como el de colon, riñón, próstata y mama, uno de los más frecuentes entre nuestros miembros y todo a través de una dieta eminentemente alcalina, es decir, aprovechando las riquezas que nos ofrecen las plantas”, explicó Azán Marín.

Trascendió también en la jornada la colocación de una ofrenda floral a Carlos J. Finlay, en nombre del pueblo camagüeyano y la inauguración de una exposición transitoria por el XV aniversario de la institución cultural, en la que se muestran implementos de farmacia del siglo XIX. En ese espacio también se exhiben, a través de instantáneas, documentos y utensilios pertenecientes al sabio científico descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla.

Al proyecto de la dieta macrobiótica se suman 14 iniciativas socioculturales destinadas a mejorar la calidad de vida de la población como Vida sana, Aprendiendo a vivir con Parkinson y Salud y vida.